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En la última década, la industria del juego en línea ha mostrado un crecimiento sin precedentes a nivel mundial y ha encontrado en Sudamérica un mercado potencialmente enorme para continuar con su expansión.

Aunque países como Colombia y Chile figuran como líderes del mercado en la región, ha surgido un nuevo gigante: Perú, con unos 32 millones de habitantes, que ha mostrado un panorama atractivo para las empresas operadoras de juegos de casino y apuestas en línea; especialmente luego de que Perú siguiera los pasos de Colombia al proponer una nueva legislación que regulara el juego en línea en el país.

Los avances de Perú en lo que se refiere a regulaciones y marco legal no solo hacen que el panorama sea aún más próspero para Codere Apuestas y los diferentes operadores en el país, sino que también abre las puertas a un beneficio económico con un enorme potencial para la economía peruana.

La nueva legislación peruana para el juego en línea

A mediados de 2022, el Congreso peruano aprobó un proyecto de ley para regular las apuestas en línea.

De acuerdo con esta nueva ley, las actividades relacionadas con los juegos de azar en línea serán reguladas por las autoridades peruanas a través del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR) e implica un impuesto del 12% sobre los ingresos generados por los operadores de este tipo de servicio.

Recaudación prevista con el nuevo proyecto de ley

De acuerdo con Roberto Sánchez, ministro de Comercio Exterior y Turismo de Perú, las autoridades peruanas han identificado a empresas locales y extranjeras con permisos para operar en territorio peruano que ofrecen servicios de apuestas deportivas y juegos de casino en línea sin el pago de impuestos por falta de una normativa clara.

Con esta iniciativa, las empresas dedicadas a las apuestas en línea tendrían que inscribirse en un Registro Único de Contribuyentes y, en el caso de las operadores extranjeros, será necesario que cuenten con un representante legal en Perú, además de agregar la terminación “.pe” en su sitio web.

Según esto, se estima que tan solo en 2020, la industria del juego en línea generó más de 4500 millones de soles, con más de 150 000 apuestas deportivas diarias; todo esto sin contar lo percibido por juegos de casino en línea.

Sin embargo, a falta de una legislación definida, esto podría representar una salida de capitales del país.

Con la aplicación de un impuesto del 12% sobre los ingresos de los operadores de juegos de casino y casas de apuestas deportivas en línea, el Estado sería capaz de recaudar más de 160 millones de soles anuales, un número que crecería a medida que la industria se consolida en Perú y mantiene el crecimiento anual que ha tenido en los últimos cinco años.

Adicionalmente, la nueva legislación también implica un Impuesto Selectivo al Consumo del 1% para los jugadores.

En el caso de los operadores, estos necesitarán una autorización sectorial no sólo para operar en el país, sino que estarían limitados a la hora de realizar contratos de publicidad y patrocinio en caso de no cumplir con la nueva normativa.

Respuesta de la industria

De acuerdo con Gonzalo Pérez, vicepresidente de la Asociación Peruana de Apuestas Deportivas (APADELA),la aplicación de este impuesto aún les da a las casas de apuestas deportivas en línea la posibilidad de invertir en el desarrollo y crecimiento de la industria.

Sin embargo, diferentes voceros de APADELA señalan que aún sin un marco legal claro, las casas de apuesta operaban legalmente en el país y era una actividad formalizada en los últimos diez años; reiterando que la contribución de estas, además de los impuestos, se centraba en el patrocinio de deportes en Perú y diferentes actividades económicas en el país, siendo un importante sustento económico para más de 275 000 peruanos que trabajan en el sector de las apuestas en línea o se benefician de ellas.

Asimismo, a pesar de que existirían ciertas regulaciones para las empresas extranjeras, el tributarista señala que es necesario estudiar esta iniciativa a fondo, pues con la propuesta actual solo las empresas peruanas dedicadas al juego en línea se verían en la obligación de declarar, lo que las pone en clara desventaja y sería una competencia desleal.

Según APADELA, esta diferenciación puede resultar en el cierre de la mayoría de las casas de apuestas y operadores nacionales debido a las implicaciones de los altos costos tributarios, ya que no tendrían la oportunidad de tener una oferta competitiva para los jugadores en relación a la oferta de las empresas extranjeras, que no tendrían que pagar este impuesto.