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Gran parte de su vida, Alejandro Huamaní, un pequeño productor de Apurímac, ha vivido rodeado de alpacas. Muy cerca de su pequeña casa de adobe en el distrito de Cotazuri, se encuentra los corrales de estos camélidos sudamericanos, que cría junto a su familia desde hace décadas.


En los últimos años, la genética de sus alpacas ha ido mejorando para obtener la más suave y fina fibra, de una gran uniformidad y ligereza, tal como lo solicitan los mercados más exigentes.

En Arequipa, Darío Anconeira se ha dedicado a criar ejemplares de élite. Este productor de alpacas de Pachachaca, distrito de la provincia de Cailloma, se viene posicionando como uno de los mejores exponentes de alpacas de su región, y ha obtenido importantes distinciones en ferias regionales y nacionales por la majestuosidad de sus ejemplares.

Roger y Darío son dos de los 20,000 productores que son capacitados por los especialistas de Agro Rural, programa del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, como parte del proyecto “Mejoramiento de la cobertura de los servicios para el incremento de valor genético de alpacas en las regiones de Arequipa, Puno, Cusco, Huancavelica, Ayacucho, Pasco, Apurímac y Junín”.


Víctor Baca Ramos, director de Agro Rural informó que “con una inversión de más de S/ 32 millones, este proyecto tiene como objetivo incrementar el valor genético de las alpacas para optimizar la calidad y la cantidad del vellón, es decir, la fibra que se obtiene tras la esquila de la alpaca, que es muy valorada por consumidores exclusivos”.

En este proyecto se intervendrá en 63 distritos, ubicados en 25 provincias de 8 departamentos. Para este año, se cuenta con una inversión de S/ 4 millones y actualmente, se viene realizando asistencias técnicas para el manejo de los pastos y recurso hídricos para la alimentación, la sanidad, la reproducción y el manejo genético de las alpacas, así como en el fortalecimiento de las organizaciones en el acopio de la fibra y categorización del vellón.

En tres años, los expertos de Agro Rural han realizado 12,080 asistencias técnicas en el manejo de pastos (4512),en el manejo reproductivo y sanitario (5,331) y en caracterización de rebaños multiplicadores (2,237). “También, han sido 1020 productores capacitados en manejo reproductivo y sanitario (170),en mejoramiento genético de alpacas (769) y en clasificación de fibra (81)”, sostuvo el director de Agro Rural.

Mejorando la genética


En un primer momento, cada productor, previa capacitación de los especialistas de Agro Rural, adecua el espacio o el corral donde habita su rebaño de alpacas y las clasifica, según la calidad del vellón y la apariencia física del animal. De esta manera, el productor divide su rebaño en cuatro subespacios para evitar que se crucen hembras y machos al azar, y así tener el control del apareamiento.

Para continuar con este proceso de mejora de la genética de la alpaca, el productor selecciona a las mejores hembras de su rebaño para llevarlas al Centro de Producción de Reproductores de su zona, espacio que ha sido implementado por Agro Rural con alpacas macho. Cada uno preñará a 25 hembras al año.


“Antes un productor no identificaba los tipos de alpaca de su rebaño, ahora conoce la calidad de animales que tiene. Es ahí donde inicia a valorar esta especie y pone interés en mejorar la crianza, por la misma razón que, al mejorar la calidad de fibra, puede generar mayores ingresos”, indicó Baca Ramos.

Usualmente, en el rebaño de 50 alpacas de cada productor, hay 10 hembras de calidad, que son solo las aptas para este proceso, por lo que este Centro de Producción de Reproductores es crucial para obtener crías que cumplan con las características requeridas.

Hasta el momento, se han implementado 50 Centros de Producción de Reproductores, en el mismo número de distritos. Para este año, se tiene previsto hacer lo mismo en las 13 jurisdicciones restantes.

Alpacas de élite


Otro aspecto muy importante es el registro genealógico, donde se empadrona a cada una de las alpacas para conocer su procedencia, es decir, quién es el padre y la madre; por ende, heredar la pureza de sus progenitores y preservar la calidad de su fibra.

Para realizar esta tarea, el proyecto ha adquirido un software, que ha sido proporcionado a cada una de las regiones donde se ejecuta el proyecto, con el fin de fortalecer el servicio de registros genealógicos de alpacas para lograr la filiación de los productores y tener la capacidad de rastrear a las alpacas óptimas para la reproducción.

Asimismo, se ha dotado 6 equipos de medición de calidad de fibra, 5 a las regiones de Puno, Cusco, Arequipa, Apurímac y Pasco; y uno a la Universidad Agraria La Molina para que sus expertos realicen las investigaciones en torno a la fibra de alpaca.

Por otro lado, la nutrición de las alpacas es imprescindible para que esta especie cumpla con los estándares de calidad, es así que este proyecto contempla la capacitación del manejo de pastos naturales para una mejor alimentación de su rebaño. Hasta el momento, se han destinado 126 hectáreas de praderas para el manejo de pastos naturales y manejo de alpacas y se han recuperado 600 hectáreas de praderas en 63 módulos de clausura de pastos.

Producción de éxito


Ahora Alejandro Huamaní logró obtener 60 alpacas en categoría A, que cumplen con los estándares óptimos para la reproducción, lo que ha producido la valoración de sus ejemplares, incrementando los ingresos de su familia.

Mientras que Darío Anconeira es identificado como buen líder, que orienta a la Asociación de Criadores de Alpacas del anexo de Pachachaca, en acopio y comercialización de la fibra. Además, participa como técnico en selección de alpacas, y hoy es el representante de los alpaqueros en la Comisión Regional de Registros Genealógicos de Alpacas de Arequipa.

Al mejorar la genética, este proyecto de Agro Rural genera un valor agregado a la alpaca y amplía la visión de estos criadores para el crecimiento de una producción de calidad de estos camélidos sudamericanos.


(FIN) NDP/LZD


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Publicado: 27/4/2024