El FC Barcelona está a punto de concretar la venta de Vitor Roque al Palmeiras apenas un año después de su llegada. Tras haber disputado media temporada como azulgrana, en la que jugó 353 minutos y marcó dos tantos, este pasado verano fue cedido al Real Betis. En la primera parte del curso en el conjunto verdiblanco ha anotado siete goles en 26 partidos, pero parece que su etapa en España ha terminado.

Lejos quedan esos días en los que el mundo del fútbol miraba con expectación a “Tigrinho”. No es para menos, ya que el Barça pagó 30 millones de euros por un chico de apenas 18 años. En aquel momento, las apuestas de fútbol se preguntaban si estaríamos ante otro brasileño que cruzaba el charco siendo joven para convertirse en una estrella, teniendo en cuenta los recientes casos de Vinicius Junior o Rodrygo Goes.

Lamentablemente, nada ha salido como podría esperarse. Sin embargo, no debería ser una sorpresa, ya que el FC Barcelona acumula ya muchas malas experiencias con la contratación de jugadores de ataque tan jóvenes. Y es que, mientras los futbolistas que salen de su cantera son capaces de dar un buen nivel desde edades tempranas, los que vienen de fuera no acaban teniendo el éxito esperado.

A continuación, te presentamos una lista de varios jugadores que llegaron traspasados al club con 19 años o menos, y acabaron fracasando por uno u otro motivo.

Javier Saviola

En el verano de 2001, después de un año convulso, la entidad culé tiró la casa por la ventana e invirtió más de 35 millones de euros en fichar a un joven delantero argentino de 19 años que venía de River Plate. Pese a su corta edad, ya había completado 102 partidos con su club, anotando 52 tantos, y habiéndose ganado el debut con la Selección Argentina.

Perteneció al Barcelona seis temporadas, aunque solo vistió los colores azulgranas en cuatro de ellas, ya que estuvo cedido en el AS Monaco y en el Sevilla. En sus primeros tres años, pese a que disputó 146 partidos y marcó 60 goles, el equipo no ganó ningún título ni consiguió los objetivos, por lo que su decente rendimiento no fue tenido en cuenta.

Tras pasar un año en Francia y otro en Andalucía, volvió al club catalán en el curso 2006/07, con el que consiguió una Supercopa de España. Tras jugar 26 partidos y marcar doce goles ese año, acabó su contrato y fichó como agente libre por el Real Madrid.

Ronaldo Nazario

54 goles en 57 partidos en el fútbol holandés eran la carta de presentación de este atacante brasileño, que aterrizó en el verano de 1996 en la ciudad condal a cambio de 15 millones de euros. Con 19 años, ya había debutado con su combinado nacional, y apuntaba un nivel espectacular.

Su año en el FC Barcelona se puede definir en una palabra: imparable. Ronaldo marcó 45 goles en 48 partidos esa temporada, llevando al conjunto culé a ganar la Copa del Rey, la Recopa y la Supercopa de España, y convirtiéndose en Pichichi de la Liga y Bota de Oro europeo.

Parecía un jugador destinado a marcar una época en el Camp Nou, pero los problemas para su renovación al final de esa campaña, acabaron provocando que el club culé lo traspasase. Fichó por el Inter de Milan, que pagó 26,5 millones de euros por su pase. Meses más tarde, se proclamaría Balón de Oro.

Simao Sabrosa

En su tercera temporada en el primer equipo del Sporting de Lisboa, este extremo portugués jugó 33 partidos y marcó 10 goles. Estos registros llevaron al conjunto catalán a contratarlo para la campaña 1999/00, en un intento por repetir el éxito cosechado con Luis Figo unos años antes. El precio de su traspaso fue de 14 millones de euros.

Tristemente para el club culé, la historia no se repitió. Simao estuvo dos temporadas en el Barcelona, en las que jugó 70 partidos y marcó cuatro goles. Coincidió con unos años muy malos del equipo, donde no se ganaron títulos, y finalmente acabó saliendo en julio de 2001 hacia el Benfica, lugar en el que triunfó.

Ricardo Quaresma

En el 2003, el Sporting de Lisboa afrontó el verano sabiendo que las dos últimas joyas de sus categorías inferiores iban a salir del equipo. Una de ellas, Cristiano Ronaldo, se marchó al Manchester United. La otra, Ricardo Quaresma, que había jugado ya 74 partidos con el primer equipo y marcado 10 goles, se iba al FC Barcelona a cambio de 6,3 millones de euros.

Otra vez recurrían los culés a la vía de traer a un extremo portugués, y, una vez más, les acabó saliendo mal. Con 19 años, el luso vio como tenía por delante a Ronaldinho, Luis García y Marc Overmars para conseguir un puesto en la zona de ataque. A final de campaña, tras 28 partidos jugados y un gol, volvió a su país para jugar en el Oporto.