Super Mensajes

Más de 10 mil muertes al año se producen en Lima y Callao a causa de partículas contaminantes muy pequeñas suspendidas en el aire, con un costo de 12 mil 800 millones de dólares anuales, de acuerdo con la Comisión Electrónica Internacional. El 58% de las emisiones de estas partículas, según ha identificado el Ministerio del Ambiente, provienen del transporte urbano.

En su mensaje a la nación de 28 de julio, el presidente Pedro Castillo indicó que impulsará la electromovilidad mediante incentivos tributarios a la importación de vehículos eléctricos. Esto, ante el alza de combustibles y como una alternativa de “transporte barato, limpio y moderno para el sector público y privado”. Sin embargo, ¿cuán preparados estamos para esta forma de transporte? Ellioth Tarazona, gerente técnico de la Asociación Automotriz del Perú (AAP),lo responde para RPP.

¿Qué son los vehículos eléctricos?

Según Enel, la movilidad eléctrica es aquella que hace uso de uno o más motores eléctricos para generar la locomoción. Aunque su costo puede ser entre un 30% a un 40% superior si se le compara con un vehículo convencional, los gastos para su operación y mantenimiento se pueden reducir hasta en un 80 y 50%, respectivamente, asegura Tarazona.

“Por ejemplo, si gastamos 100 soles a la semana en movilizarnos en un vehículo convencional, en un vehículo eléctrico gastaríamos solo 20 soles. El costo de mantenimiento a lo largo de su vida útil representa muchísimas ventajas, dado que no tiene un motor o cambios de aceite”, indica. Además, asegura que no constituyen un riesgo para la disponibilidad de la energía eléctrica nacional.

Explica que, de acuerdo con un estudio realizado por la AAP, la energía eléctrica demandada para el 2031 por los vehículos eléctricos solo representará el 2.65% del total de energía eléctrica producida; es decir, será mucho más amable con el medio ambiente de lo que es ahora el transporte convencional.

¿Cuáles son sus ventajas?

Nuestro parque automotor está compuesto principalmente por vehículos contaminantes que afectan directamente nuestra salud, como problemas cardiovasculares, auditivos y oculares, así como aceleran y agudizan el cambio climático, advierte la AAP. En ese sentido, la promoción de vehículos eléctricos no solo es una alternativa, sino una necesidad para nuestra sociedad.

La movilidad eléctrica, explica el Ministerio de Energía y Minas (Minem),impulsa la eficiencia energética, disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero, mejora de la calidad del aire y contribuye en la balanza de hidrocarburos, ya que restringe la importación de combustibles. A su vez, la electromovilidad reduce las muertes relacionadas a la contaminación atmosférica.

Los vehículos eléctricos permiten también una mejor utilización de los recursos energéticos generados en nuestro país mediante una matriz eléctrica relativamente limpia, con aproximadamente un 55% de generación que derivan de fuentes renovables, y un 45% proveniente del gas natural, destaca el Minem. Constituye la ruta hacia una movilidad sostenible.

¿Qué tanto hemos avanzado?

A más de un año de la presentación del Plan Nacional de Electromovilidad elaborado por la AAP, no hay ningún avance significativo en su implementación, advierte Tarazona. A la fecha, en todo el Perú solo hay 48 cargadores para vehículos eléctricos, de los cuales 45 son cargadores lentos que funcionan en corriente alterna, y apenas tres son de carga rápida.

Respecto a las electrolineras, establecimientos donde se suministra la energía eléctrica, solamente contamos con 31 estaciones distribuidas en 15 departamentos, y 10 de ellas se concentran en Lima, de acuerdo con la AAP. Cifras bajas que responden a una demanda baja: al cierre del 2021, la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp) registraba solo 1,457 vehículos ecoamigables.

Aunque la AAP proyecta un crecimiento superior al 100% en la adquisición de vehículos eléctricos al cierre del 2022, el especialista enfatiza que ningún mercado de electromovilidad a nivel mundial se ha formado sin intervención estatal. Así, la participación del gobierno es clave por la importancia de tener un marco normativo para su gestión y la implementación de incentivos para su compra y uso.