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En nuestra capital, 5 de cada 10 usuarios de transporte se demora más de una hora en sus viajes, de acuerdo a la Política Nacional de Transporte Urbano. Una cifra preocupante para una ciudad que, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI),supera los 9 millones y medio de habitantes y tiene previsto alcanzar los 13 millones al 2030, lo que significa que la demanda de movilización seguirá en pleno crecimiento.

Con el fin de atender a la necesidad de desplazamiento de la población, y a la vez proteger nuestra salud y el planeta, se viene impulsando por entidades públicas y privadas, además de organizaciones civiles, el desarrollo e implementación de un plan de movilidad urbana sostenible en nuestras ciudades.

Pero ¿qué es la movilidad sostenible?

Aunque se le asocia principalmente con el uso de bicicletas, según el Banco Mundial, la movilidad sostenible es una forma de transporte que mejora la salud, el ambiente, la calidad de vida de las personas. Además, busca hacerle frente a las desigualdades en el acceso al transporte digno, así como a la contaminación atmosférica y acústica ocasionada por el parque automotor.

Otros de los retos que la movilidad sostenible busca superar son mejorar el tiempo de viaje y minimizar los costos e impacto que generan los vehículos motorizados. De esta forma, la promoción del uso de bicicletas o la caminata para rutas cortas, así como la urgente necesidad de rediseñar la red vial de tránsito y la infraestructura de la ciudad, son componentes claves para impulsarla.

En Lima Metropolitana, de acuerdo con el Minam, circula una gran cantidad de vehículos de entre 15 y 25 años de antigüedad, los cuales arrojan emisiones de gases altamente dañinos para la salud y el medio ambiente. Por ello, es indispensable buscar alternativas al sistema de transporte público y privado, donde predominan este tipo de vehículos.

¿Qué beneficios nos brinda la movilidad sostenible?

Durante el periodo de cuarentena, las unidades del transporte público en las calles se redujeron en un 50%, detalló el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). Esto se tradujo en una notable mejora en la calidad del aire de la capital durante las primeras semanas del estado de emergencia, la cual llegó a alcanzar los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De esta forma, el Sistema Metropolitano de Información Ambiental (SMIA) precisa que los principales beneficios de la movilidad sostenible se reflejan en el medio ambiente y la salud pública:

  • Disminución de micropartículas dañinas y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del transporte.
  • Reducción de las altas concentraciones de dióxido de carbono (CO2) que provocan la reducción de la fotosíntesis en las plantas, proceso por el cual se purifica el aire de la ciudad.
  • Menores probabilidades de complicaciones respiratorias para las personas.

Finalmente, el Minam agrega que la movilidad sostenible también promueve buenas prácticas dentro de la convivencia entre peatones y transportistas: 

  • Desarrolla una red de transporte público masivo, inclusivo, sostenible, seguro, eficiente y de calidad.
  • Fomenta la multimodalidad de los transportes públicos de pasajeros, logrando la integración física, tarifaria y operativa de estos.
  • Impulsa la educación y la seguridad vial, creando una cultura de respeto entre los usuarios y transportistas.
  • Erradicaría la informalidad en el transporte.