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El Papa Francisco ha vuelto a calificar de "inmoral" el uso y posesión de armas nucleares, según ha asegurado en su cuenta oficial de Twitter con motivo del comienzo, este 1 de agosto, de la Conferencia de la ONU sobre la revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear.

"El uso de armas nucleares, así como su posesión, es inmoral. Tratar de asegurar la estabilidad y la paz mediante un falso sentido de seguridad y un "equilibrio del terror" lleva inevitablemente a relaciones envenenadas entre los pueblos y obstaculiza el diálogo", señaló el Sumo Pontífice. 

El Papa Francisco ya lanzó este mensaje el pasado 21 de junio, cuando reiteró que era "inmoral" el uso y la posesión de este armamento en un mensaje leído, como es habitual, por el secretario del Vaticano encargado de las Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher durante la primera reunión en Viena (Austria) de todos los Estados miembros del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.

El pasado 22 de enero del 2021 entró en vigor el Tratado Internacional para la Prohibición de las Armas Nucleares, después de que Honduras se convirtiera en el quincuagésimo país en ratificar el texto, que obliga a los firmantes a no desarrollar, probar, producir, fabricar, adquirir, poseer o almacenar armas nucleares u otros dispositivos explosivos de carácter nuclear en ninguna circunstancia.

La Santa Sede fue el primer Estado en firmar y ratificar este Tratado que se considera el primer instrumento de derecho internacional humanitario que mitiga las consecuencias humanitarias catastróficas causadas por el uso y el ensayo de armas nucleares.

Papa Francisco no descarta su renuncia

El papa Francisco aseguró que "la puerta está abierta" a su posible renuncia al pontificado, aunque remarcó que aún no ha pensado en esa posibilidad. Además, el Sumo Pontífice señaló que no sería "una catástrofe" dicha decisión.

Francisco abordó en varias ocasiones esta cuestión, así como sus limitaciones físicas, debido a que tiene que moverse en una silla de ruedas por su problema en la rodilla que le impide caminar y estar mucho tiempo de pie, como ha ocurrido en su reciente viaje.

"A mi edad y con esta limitación tengo que ahorrar fuerzas un poco para poder servir a la Iglesia" o "al contrario, pensar en la posibilidad de echarme a un lado", dijo en su retorno tras la dura jornada en la que desde Quebec viajó a Iqualuit para reunirse con la población de los inuit.

(Con información de Europa Press)