La inflación comenzó a retroceder en julio, pero aún se mantiene alta y continúa afectando la economía de las familias peruanas, reduciendo su poder de compra.
Solo en lo que va del año, hasta julio, los peruanos han perdido 5.6% de su poder adquisitivo debido a la inflación, según Phase Consultores, es decir, su capacidad para gastar en alimentos y otros productos y servicios básicos no es igual que el año pasado.
“La pérdida de poder de compra hasta julio indica que, para el caso de Lima Metropolitana, solo se puede adquirir el 94.5% de la canasta que se podía comprar en diciembre del 2021 (el IPC es un indicador que mide la variación de los precios de una cesta de bienes y servicios) ″, comentó Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores, al diario Gestión.
El economista advierte que esta cifra es más acentuada para las personas de menores ingresos, las cuales destinan la mayor parte de su dinero a alimentos.
Cabe recordar que, según el último reporte de inflación del BCR, las familias de menor gasto son más sensibles a cambios en el precio de los alimentos. Los hogares de los dos quintiles inferiores gastaban en alimentos más de S/ 50 de cada S/ 100 que tenían.
Odar señala que solo en el caso de la canasta básica de alimentos la capacidad de compra de las familias ha caído más de un 10% en el último año.
“Hoy la capacidad de compra de alimentos ha caído en 13.5% si se observa a doce meses, y si compara con diciembre del 2021 (el acumulado en lo que va del año) esta caída es cercana a 10%. Por ejemplo, de cada kilo de alimento X que se consumía en diciembre, hoy se puede consumir 900 gramos con la misma cantidad de dinero”, sostuvo.
¿Cuánto podrían perder los peruanos al cierre del 2022?
Teniendo en cuenta otras cifras sobre la inflación al cierre del año, Phase Consultores calcula que a fin de año los peruanos habrán perdido un 6.7% de su poder adquisitivo.
Con esto, Odar indica que al cierre del 2022 las familias solo podrían cubrir poco más del 93% de la canasta básica que compraban hace un año.
Agregó que la disposición de fondos de las AFP y CTS ayudarán a la dinámica del consumo, pero esto no sería sostenible y se espera un menor gasto de los peruanos en bienes y servicios vinculados a recreación o esparcimiento, y bienes no indispensables.