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Desde que la Defensoría del Pueblo inició sus funciones, el 11 de setiembre de 1996, ha sido una institución clave en el sistema democrático como garante del estado de derecho. Este año, la Defensoría cumple 26 años y, pese a su importante rol, es uno de los organismos autónomos menos considerados en la distribución del presupuesto público.

Este es el parecer de Eliana Revollar, defensora del pueblo en funciones, quien, en Ampliación de Noticias, remarcó que su institución no presenta variación en su escala remunerativa desde el 2018.

Injusticia en el presupuesto

Revollar señaló que, en lo que va del año, más de 80 mil ciudadanos han recurrido a sus oficinas en busca de ayuda ante un hecho injusto.

"En este año, a la fecha, son 88 mil ciudadanos que han recurrido a nuestra institución para presentar sus quejas, sus reclamos, sus demandas. Pero también hemos tenido un crecimiento en nuestras plataformas virtuales. Hemos vuelto a la presencialidad, estamos haciendo itinerancia en todos los distritos priorizados como los más pobres por nuestra institución", recalcó.

Además, subrayó que la Defensoría es la institución "más cercana" a la ciudadanía y "goza de prestigio" tras sus más de 20 años de vida institucional.

"Creo que, si queremos hacer un correlato breve de lo que significa la Defensoría para el país, podríamos decir que es una institución muy cercana a la ciudadanía, que goza de prestigio y que, en nombre de ellos, va reclamando el respeto de sus derechos ante cualquier funcionario público", señaló.

Sin embargo, pese a esto, Revollar consideró que es una "injusticia" que la institución lleve casi 10 años sin tener un incremento en su presupuesto.

"Llegamos a los 26 años con una injusticia: somos la institución que menos ha crecido en su presupuesto. Desde el año 2012, la escala remunerativa se mantiene tal cual (…) y todos los organismos autónomos, en el 2018, ya alcanzaron una nueva escala. Entonces hay una deuda con trabajadores y trabajadoras de nuestra institución", indicó.

Según Revollar, esto puede estar relacionado con que "es una institución incómoda" para el poder político. Sin embargo, reiteró que continuarán desarrollando las labores que la Constitución les ha encomedado.

"Es necesario que la Defensoría del Pueblo mantenga sus recomendaciones, su niel de advertencia, los recordatorios que hace a la autoridad, con una prolijidad y con una profundidad en los informes y pronunciamientos que tiene. Por eso es que nosotros, en casos tan sensibles como cuestionar a altas autoridades por la vulneración de derechos de mujeres, no hemos tenido reparos en hacerlo", resaltó.


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