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La coronación de Carlos III y de la reina Camilla fue vista por más de 14 millones de telespectadores en los canales de la BBC, una cifra que presagia una audiencia total mucho menor que la de la coronación o el funeral de su madre, Isabel II.

En promedio, 13,4 millones de telespectadores —de una población de 67 millones de habitantes— siguieron el evento a través de las dos principales cadenas del audiovisual público británico.

Este número aumentó a más de 14 millones en el momento preciso en el colocaron la corona sobre la cabeza del rey Carlos, de 74 años, detalló el servicio de prensa de la BBC.

Los otros canales no comunicaron sus datos.

Para el funeral de Isabel II, en septiembre, el promedio de audiencia había sido de más de 26 millones de espectadores con un pico a 28 millones de espectadores, de los cuales 18,5 millones en la BBC.

Su coronación en 1953 —la primera que fue retransmitida por televisión— fue vista por 27 millones de personas en el Reino Unido, según el palacio de Buckingham, y el funeral de la princesa Diana por 32 millones.

La coronación de Carlos III fue preparada con poco entusiasmo, con las encuestas mostrando poco interés en un contexto de inflación galopante.

La ceremonia de la coronación de Carlos III

Ocho meses después de subir al trono tras la muerte de Isabel II, Carlos III fue coronado este sábado 6 de mayo junto a su esposa Camila en una ostentosa ceremonia que el Reino Unido no vivía desde hace 70 años.

En la abadía de Westminster, un monasterio ubicado en el centro de Londres, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra, colocó sobre la cabeza del monarca la corona de San Eduardo, la cual no se había utilizado desde la coronación de su madre, en 1953.

Inmediatamente después, Camila fue investida como reina al recibir la corona de María de Teck, una joya de 2 200 diamantes que fue sacada de la Torre de Londres para ser sometida a algunos cambios.

Sentados en primera fila, los herederos de la corona, William y Kate Middleton, de 40 y 41 años respectivamente, siguieron la ceremonia religiosa entre cánticos, coros de góspel, sermones y lecturas del evangelio.

Unos 2 300 invitados, entre ellos figuras como la primera dama estadounidense Jill Biden, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y los reyes Felipe VI y Letizia de España, además de cientos de representantes de la sociedad civil británica.

El príncipe Harry, hijo menor de Carlos que mantiene tensas relaciones con la familia real, se sentó discretamente junto a sus primos en la tercera fila, sin su esposa Meghan Markle, que se quedó en California con sus dos hijos.

(Con información de AFP y EFE).