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El presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, negó este jueves que haya incitado a la violencia contra la oposición política o que haya pedido el cierre del Congreso en una reciente reunión con organizaciones sociales, durante su exposición ante el pleno del Parlamento.

El jefe del gabinete acudió al Legislativo, acompañado por los miembros del Consejo de Ministros, para responder sobre unas polémicas declaraciones que el Parlamento tildó de incitación a acciones violentas contra los opositores del presidente peruano, Pedro Castillo. Hace una semana, Torres había manifestado a un grupo de simpatizantes que si cada uno de ellos trajera a Lima a "50 personas, entonces, se haría arrodillar a los golpistas".

Sin embargo, el primer ministro aclaró que había planteado un escenario ficticio y que es "una falsedad absoluta" decir que estaba invocando a la violencia. Al respecto, dijo que sus expresiones han sido cortadas en la moción que lo citó al Congreso, pues se obvió la palabra "imaginense" que usó el pasado 10 de agosto en Palacio de Gobierno. 

"Lo manifestado comienza (con) imagínense ustedes ese espíritu combativo. Qué significa imagínense: la representación de algo, de una acción, de una persona, de una cosa como algo ideal. No estoy diciendo que vengan y hagan tal cosa, menos que realicen un acto violento", dijo. 

También señaló que empleó la palabra "trajeran" y no traigan cada uno de los asistentes a 50 personas. "No estoy incitando a personas para que hagan algún acto de violencia. En dónde dice que estoy diciendo que vengan a atacar al Congreso [...] por qué no podemos decir la verdad.   

"Estoy diciendo que el pueblo tiene derecho a defenderse y que el presidente es de todos los peruanos, los que están a favor y en contra de la Constitución", agregó Torres.

 

El titular de la PCM aseguró que, por donde van, "la población grita Asamblea Constituyente, cierren el Congreso", ante lo cual se preguntó si le pueden "tapar la boca a la gente".

Asimismo, aclaró que el Ejecutivo no ha dado "ningún gesto sobre que en el Perú se va a instalar una política comunista" y subrayó que el gobierno que pregona "la economía social de mercado consagrado en la Constitución, la libertad de empresa y la pluralidad de partidos políticos".

En ese sentido, Aníbal Torres invocó al Congreso a actuar "de buena fe" y que no se prioricen las "posiciones políticas sobre el interés nacional".

 

Ministros de Justicia y de Trabajo ante el Congreso

En la misma línea, el ministro de Justicia, Félix Chero, criticó que, cuando un ministro responde a las denuncias de los congresistas u otros opositores políticos, se afirma que está ejerciendo "un acto violentista o excediéndose en sus funciones". "Decimos cosas en el calor y fragor de la discusión, y eso es democracia", opinó.

Igualmente, el ministro de Trabajo, Alejandro Salas, afirmó que es momento de poder entenderse unos a otros, "estar unidos en los problemas que tiene el país" y "de ver la forma de encontrar una agenda" que lleve al país a "la solución" para la crisis que vive.

"Dejemos que la Justicia haga su trabajo, pero pongámonos de acuerdo en una agenda común", agregó Salas en referencia a las investigaciones por presunta corrupción que la fiscalía de la nación ha iniciado contra Castillo y su entorno más cercano.

Salas recordó que el propio Castillo fue blanco de la violencia política cuando un sector del Congreso le impidió terminar su mensaje a la nación el pasado 28 de julio al grito de "corrupto". (Con información de EFE)