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La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) anunció recientemente que los precios mundiales de los alimentos cayeron en julio a su nivel más bajo desde enero. Sin embargo, los insumos de los alimentos aún se enfrentan a otros riesgos.

Un reciente reporte de Bloomberg advierte que la posibilidad de sequías, inundaciones y las olas de calor aún mantienen los suministros escasos y los precios elevados.

Con las elevadas temperaturas, la agencia advierte que los principales productores de Estados Unidos, Brasil y Argentina se enfrena a problemas en el rendimiento de sus cosechas.

Solo en la campaña del 2021-2022 la producción mundial de maíz y soya no alcanzó las proyecciones iniciales de 45 millones de toneladas. Esto hace que los precios aún se mantengan altos.

Por ejemplo, hasta la semana pasada la cotización del maíz se encontraba en US$ 253.5 la tonelada, un 18.9% menos que en junio, pero aún estaba 11.3% más elevado que el precio registrado en diciembre del 2021.

Igualmente, el precio del aceite de soya se encontraba en US$ 1,585.8 la tonelada a inicios de este mes, lo cual es 2.2% menor que en junio, pero 10.6% más alto que la cotización internacional del cierre de 2021.

Con los problemas mencionados anteriormente en los cultivos, Bloomberg indica que se espera que esta semana el Departamento de Agricultura de Estados Unidos reduzca su perspectiva para los rendimientos de maíz y soya.

"A diferencia de los últimos años, cada bushel de producción es importante e incluso una pequeña pérdida de rendimiento de entre 1% y 2% en relación con la tendencia es preocupante dada la estrechez actual en los balances generales de EE.UU. y el mundo", comentó Ben Buckner, analista de granos de AgResource Co. a la agencia.

Solo en Europa, advierten que la Comisión Europea estima que las olas de calor podrían reducir la cosecha de granos de la Unión Europea en un 5% en comparación con la temporada pasada.

Por otro lado, en Marruecos se reportó recientemente que la cosecha de cereales descendió un 67% este año debido a la sequía.