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El abastecimiento del gas licuado de petróleo (GLP) estaría en riesgo debido que las modificaciones establecidas en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) están generando una distorsión en el mercado, advierte la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).

El gremio de hidrocarburos realizó esta advertencia en una carta dirigida al titular del Ministerio de Economía y Finanzas, Oscar Graham, en la cual pide atender la situación para evitar afectar al mercado local.

Según el diario Gestión, en la misiva de la SNMPE se objeta que se hayan cambiado las condiciones técnicas para la inclusión del GLP en el FEPC.

En estos cambios se redefinió el cálculo de los factores de aportación y de compensación, partiendo del precio de paridad de exportación y no solo de la paridad de importación del GLP.

Como se recuerda, para que las refinerías e importadoras no trasladen las alzas a los precios de los combustibles, el FEPC les da una compensación y cuando estos precios bajan el fondo debe recibir una devolución o aporte de las empresas para evitar altibajos en los precios locales.

La SNMPE indica que el hecho de incluir la paridad de exportación para determinar el precio del GLP hace que las productoras nacionales del combustible reciban una menor compensación que las importadoras del mismo producto y den una mayor aportación al fondo.

Para el gremio esta medida, establecida hace unos meses, hace que las productoras locales de GLP queden en desventaja frente a los importadores, afectando la competencia en el mercado.

Además, indican que ahora el país ya no tiene excedente de GLP, con lo cual ya no puede abastecer totalmente al mercado local y exportar, por lo cual trae del extranjero más del 25% del GLP que demanda del mercado peruano.

Cabe mencionar que actualmente el GLP es el segundo combustible más consumido en el país, solo detrás del diésel.

Otro problema que tienen las empresas locales con el FEPC es que hasta ahora el Estado no devuelve cerca de S/1,000 millones que adeuda a las refinerías por compensación, incrementándose los costos financieros para adquirir crudo.