Todos los días, un grupo de venezolanos se acercaban a los transeúntes para vender ojalillos de zapatos y cambiarlos. Sin embargo, cuando ya habían logrado captar la atención de sus víctimas, los sujetos empezaban a amenazarlos para pedirles dinero. Conoce más detalles en la siguiente nota.
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Venezolanos amenazaban a sus víctimas en las afueras de Plaza Norte
En las imágenes mostradas por el programa ‘América Noticias’ muestran cómo operaban este grupo de extranjeros en las afueras del centro comercial Plaza Norte. Los venezolanos se acercaban a los transeúntes ofreciendo el servicio de cambiar los ojalillos de los zapatos. No obstante, luego de realizar esta acción empezaban a pedir dinero amenazando a sus víctimas, quienes eran forzadas a pagar el monto exigido y así evitar problemas mayores.
De igual forma, un equipo de inteligencia de la región Lima investigó el caso y confirmó la modalidad que tenían este grupo de venezolanos para intimidar a sus víctimas. Las personas que se vieron forzadas a pagar dieron algunas declaraciones en donde afirmaban que los venezolanos los abordaban sorpresivamente y luego de aceptarles el servicio, empezaban a amenazarlos. Por otro lado, el equipo de emergencia norte ya intervino a un grupo de extranjeros que era conformado por 9 venezolanos y un peruano.
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Víctimas dan testimonio
Tras las intimidaciones sufridas, un grupo de inteligencia pudo recolectar suficientes testimonios de las víctimas de este grupo de extranjeros. Incluso, algunos contaron que si no tenían efectivo para pagar, eran obligados y dar el dinero por ‘yape’. “A mi me pedían 20 y a ella como 36 soles. Yo le dije que no le iba a pagar nada porque me estaba reteniendo acá. No, aquí tienes que pagarnos porque aquí nadie está trabajando gratis (me dijo)”.
Incluso, algunos comentaban que los venezolanos no les daban opción a decidir por el servicio que ofrecían. Ante ello, exigían y amenazaban para que se les pague por algo que las víctimas no pidieron. “Nos agarraron. De frente vienen a tu lado. Sin decir sí o no. Te agarran allí y empiezan a sacar tus pasadores. Él (otro transeúnte) le dijo que no porque estamos apurados. Él (venezolano) dijo, no, es un dos por tres. Yo dije será gratis, pero no fue así”, contó una mujer. Luego de que los venezolanos hayan cambiado los ojalillos luego de tanta insistencia es cuando empiezan a cobrar bajo amenaza. “Y allí lo llamó al otro joven. Se quieren ir le dijo y yo tenía miedo como estaban fumando me va a hacer algo”, detalló.