Super Mensajes

En una entrevista con La Razón, Omar García nos habló sobre su amor por el teatro y sobre cómo, la vida lo llevó a esta satisfactoria profesión.

Por: Gianina Laredo Ravello

El actor Omar García vuelve a encarnar a José de San Martín en ‘Guayaquil, una historia de amor’, escrita por Mario Diament y dirigida por Javier Valdés, una obra que busca desenterrar un pasaje histórico del cual no existe registro: el encuentro entre Bolívar y San Martín. La temporada estará disponible hasta el 3 de julio en el Teatro Auditorio Mario Vargas Llosa y las entradas pueden conseguirlas en Joinnus.

¿Qué te ha impulsado a dedicarte a la actuación?

La actuación llegó a mi vida sin buscarlo, hay gente que decide buscar alternativas para dedicarse a eso pero yo no tuve esa vocación inicial. En la universidad me encontré con el mundo de las artes escénicas y con personas maravillosas que se dedicaban a eso. Haciendo teatro reafirmé mi convicción de dedicarme a la actuación porque me mueve la necesidad de comunicar y de contar historias. Lo que me más me impulsa es el poder que nos regala el arte escénico para tocar a las personas, para moverlas de su lugar, emocionarlas, conmoverlas y ver el mundo de diferentes maneras.

¿Cuál ha sido tu formación actoral?

Empecé a llevar cursos de expresión oral y corporal, teatro y dramaturgia con Alberto Ísola y Alonso Alegría en la especialidad de Artes Escénicas de la Facultad de Comunicaciones de la Católica. Ellos me dieron un gran conocimiento e impulso para seguir formándome. Luego he ido aprendiendo sobre la marcha pero cada proyecto ha sido como un taller para mí, acompañado de directores y actores talentosos que haciendo su trabajo me han ido enseñando a hacer el mío.

Talento o esfuerzo. ¿Qué consideras que tiene más importancia?

El esfuerzo es fundamental. No todos traemos talento, hay gente que tiene un talento innato y natural, pero la mayoría no tenemos esa potencia. Con trabajo duro uno puede llegar a formar habilidades expresivas de un actor solvente. En un curso que llevé con Alberto Ísola me decía que hacer este oficio es el 1% de inspiración y talento y el 99% de trabajo.

¿Cómo te sigues preparando profesionalmente?

He compartido mi vida actoral con otros aprendizajes o habilidades que he empleado en otros trabajos, y he tenido la fortuna de ser invitado a participar de procesos creativos. Ese entrenamiento continuo haciendo teatro sin parar me ha mantenido aprendiendo y creciendo, pero siempre he buscado espacios formativos.

¿Qué es lo más complejo y lo más placentero de tu carrera?

En general me causa mucho más placer el teatro porque disfruto el proceso creativo. Todo el periodo de ensayos, encontrarme con mis compañeros, jugar con el texto, divertirnos, ir construyendo y al final lograr algo en conjunto. También estar en escena con el público, siempre hay estrés o nervios pero hay una adrenalina que nos mantiene vivos, eso es lo que más amo y disfruto de hacer teatro. Por otro lado, lo que me puede costar es el trabajo para televisión porque es un proceso distinto, no hay mucho tiempo para ensayar, es más automático.

Anteriormente has interpretado a San Martín en ‘El Último Bastión’ y ahora te vemos con el mismo personaje en ‘Guayaquil, una historia de amor’, ¿cómo te convocaron para este proyecto?

El año pasado me convocó Javier Valdés y también a gran parte del elenco de ‘El Último Bastión’ a participar en este obra. La propuesta original no era hacer teatro, íbamos a grabarla para convertirla en un producto audiovisual. Cuando se abrieron los teatros y ampliaron los aforos, se decidió estrenar una temporada en el Teatro de Lucía y ahora estamos presentando la reposición en el Teatro Auditorio Mario Vargas Llosa.

¿En qué podemos vernos reflejados en esta obra o con qué te sentiste identificado?

Creo que todos podemos identificarnos con lo que viven los personajes, que es el poder tener amor en nuestras vidas. En la vida íntima tenemos el amor que nos enriquece, nos impulsa, decepciona, eso nos impacta en nuestra vida pública. Podrán ver eso en la obra y conectar con el personaje en donde sus decisiones están atravesadas por sus pasiones y deseos.

¿Cuáles son las diferencias entre tu interpretación del personaje de San Martín en la obra y la serie?

A nivel de caracterización, el personaje en la serie es más histórico y con el traje de la época, en la obra es más atemporal, con un look neutro. Como personaje, hay un poco de similitud en ambos proyectos porque quieren contar una historia oficial, no quieren un San Martín convencional, se busca explorar otras dimensiones de la figura del libertador, como por ejemplo, sus amores, miedos, pasiones. En ‘Guayaquil’ se explora mucho más a fondo.

¿Consideras que este ha sido uno de los personajes más importantes de tu carrera?

Por supuesto que sí, primero porque he tenido la oportunidad de interpretar a un personaje histórico y emblemático, es un honor y un gran regalo para mí. Además, se suma que ‘El Último Bastión’ fue una serie exitosa, ha sido una oportunidad para que a nivel internacional se vea el trabajo de todos, incluyendo el mío.

¿Cómo ves el panorama teatral actualmente?

Antes de la pandemia había un crecimiento en la oferta teatral pero se cortó ese flujo debido a que el gremio quedó paralizado y nos tocó reinventarnos con el teatro virtual. Hoy en día, las salas no están tan llenas como antes, hay mucho miedo por los contagios y es más complicado asistir al teatro. Más adelante vamos a recuperar el ritmo de producción y espero que crezca el entusiasmo del público por asistir a las salas.

¿Podrías mandarle una invitación a nuestros lectores para que vayan a ver la obra?

Me encantaría que se animen a acompañarnos al teatro a ver ‘Guayaquil, una historia de amor’, creo que ir al teatro siempre será algo nutritivo, se van a divertir, conmover y disfrutar mucho de ver a estos personajes históricos en otra dimensión.

The post Omar García: “Las artes escénicas nos regalan el poder de ver el mundo de diferentes maneras” appeared first on La Razón.