La sucesión de micro crisis políticas que vienen aquejando al país y que no permiten el avance de la gobernabilidad, obligan a cualquiera que tenga más de dos dedos de frente a pensar en que una alternativa de solución viable y efectiva sería en este momento hacer un llamado a la realización de un pacto político social, entre todas las fuerzas actuantes del país.
Las personas que creemos en la democracia y que tenemos apertura a la búsqueda de consensos tenemos que buscarlos. Tenemos que dejar de lado, sobre todo en estos momentos difíciles, los interese particulares y rencores para abrir nuestras mentes a la realidad inmediata que vive el país.
Hace falta impulsar una propuesta fuerte y firme en este sentido de conseguir reunir a todos los representantes de la fuerzas políticas, productivas y civiles del país para juntos ponerle fin a está seguidilla de rencillas que no permiten la gobernabilidad ni encausar al país por la senda del desarrollo.
Coinciden con mi propuesta manifestaciones públicas como las del expresidente Francisco Sagasti, quien plantea la necesidad de un pacto entre “Ejecutivo, Legislativo y partidos políticos, con participación y seguimiento de la sociedad civil”, donde todos asumieran “un mínimo de compromisos vinculantes de manera transparente, eficaz y duradera”.
La intención de este pacto político es la de revitalizar y regenerar las instituciones políticas y del Estado y para ello hace falta un amplio y sostenido compromiso ético y democrático, con la participación de líderes reconocidos y respetados por la población en todo el Perú.
Es importante hacer un llamado de atención en referencia a que la solidez de una democracia depende del grado de compromiso de sus ciudadanos con sus principios.
En mi opinión el Acuerdo Nacional debe ser la institución que reciba esta gran convocatoria en pro de un pacto político social, para que todos los sectores del país, incluidos los representados en esta instancia, puedan alcanzar consensos y sacar adelante al país.
Y el indicado a hacer este llamado es el presidente de la República, Pedro Castillo, que de concretarse encaminaría a sacar a delante determinadas reformas que son inmediatas, podría lograrse un gabinete ministerial de ancha base, alcanzar rápidamente la reactivación económica, y tratar prioritariamente otros temas urgentes.
Hay que ser conscientes que hay temas de plazo inmediato y otros elementos mucho más complejos, como salud y educación. Es fundamental conversar sobre el tema agrario porque tanto los cocaleros como la pequeña agricultura familiar no han tenido resultados en distintas mesas de diálogo. También existen demandas en el sector turismo y transporte, así como en el tema energético, que requieren el máximo de atención.
Un aspecto importante que no se debe dejar de lado, de lograrse esta convocatoria, es incorporar una política pública regional, que convoque a cada uno de los representantes de las diversas instituciones públicas y privadas que articulen esfuerzos en el propósito de brindar mejores servicios.
La tarea no es fácil, pero es un reto que se debe asumir con desprendimiento, responsabilidad y valentía, pues es una posibilidad que podría afianzar la gobernabilidad y el entendimiento democrático en el país. Hacemos votos para que la tolerancia y el diálogo le ganen la batalla a la intransigencia y a los prejuicios que detienen el avance del Perú. Hasta la próxima semana mis amigos de Primera.
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