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Prolima inició la restauración de las fachadas de iglesias históricas de la capital

ANDINA/archivo

Corazón de piedra. Se lee en el granito, Alonso de Cortinas me fecit año de 1657. La inscripción estuvo enterrada por décadas bajo capas de cemento, hasta que el año pasado el trabajo meticuloso de los restauradores del Programa Municipal para la Recuperación del Centro Histórico de Lima (Prolima) permitió rescatar, con paciencia zen, este y otros elementos de la portada principal de piedra de la iglesia del Santuario de Copacabana, en la cuadra 4 del jirón Chiclayo, en el Rímac.
La inscripción, con la fecha y el autor, permite comprobar que la portada fue diseñada por el reconocido ensamblador y arquitecto barroco español Asensio de Salas (1612-1669),quien, a su vez, subcontrató al cantero Alonso de Cortinas para que talle la piedra en la iglesia bajopontina, terminada en 1657.

Dicha información permitió corroborar el dato del autor de la portada, que los investigadores de Prolima conocían por los trabajos del sacerdote claretiano Antonio San Cristóbal (1923-2008),estudioso de la arquitectura virreinal. Las obras fueron presentadas por el alcalde de Lima el 30 de diciembre.
Lo singular en el caso de la portada de la iglesia rimense, que le da un valor adicional, es que la fecha y el nombre estaban inscritos en la misma piedra, algo infrecuente en la arquitectura virreinal limeña.

Doce iglesias

La de Copacabana es la primera iglesia intervenida por el equipo de Prolima. El programa ha identificado, en total, 12 iglesias del Centro Histórico para intervenir en una primera etapa. En esta docena de templos católicos se recuperarán las fachadas, la estabilidad de la estructura cuando lo amerite, y su belleza: valores arquitectónicos y estéticos.
“La de Copacabana es un buen referente de lo que se tiene previsto hacer: restaurar para evidenciar la belleza y el valor de estas edificaciones”, dice el gerente de Prolima, Luis Martín Bogdanovich.


En la actualidad, los restauradores trabajan las fachadas de las iglesias La Recoleta, en plaza Francia, con sus propias individualidades por ser una iglesia de cuarzo, pintado de azul; y la iglesia de Santa Rosa.

Pintura mural

En el templo de Santa Rosa se ha hallado un muro completo de pintura mural con alegorías a flores y rosas en el cual se hace la labor de restauración.
Bogdanovich subraya que lo interesante es que será la primera vez que en Lima se descubre y evidencia pintura mural en exterior.
Para los restauradores en Lima, abre un abanico de posibilidades dentro de su especialidad, ya que este tipo de pintura mural se ha trabajado más en las ciudades de Trujillo y Cusco, comenta.
Las obras en el santuario de Copacabana en el Rímac tomaron casi todo el 2020, contando con los 100 días de ‘para’ que tuvieron los especialistas por el confinamiento debido a la emergencia sanitaria por el covid-19. Sin embargo, el gerente dice que la pandemia no ha significado un retraso mayor porque se continuó con las obras.
Estas labores en las iglesias forman parte de la primera etapa de la implementación del Plan Maestro del Centro Histórico (PMCH). Bogdanovich recuerda que la implementación del plan es “progresiva y permanente”, con acciones a corto, mediano y largo plazos, ya que “la recuperación del Centro Histórico tomará muchas décadas, pues es muy extenso y está muy degradado”, subraya.

En plena pandemia, los trabajos continúan. El cambio más representativo de lo que se está dando en el Centro de Lima es la plaza Francia: en año y medio ha cambiado totalmente, con la recuperación de la estatua de La Libertad, los trabajos del hospicio Bartolomé Manrique y, ahora, los de la portada de la iglesia La Recoleta.

Bicentenario y más allá

Bogdanovich explica que se avanza el PMCH “en varios frentes a la vez”. En el tema de conservación están los expedientes técnicos de la restauración de las 12 iglesias, de la peatonalización de 50 cuadras del Damero de Pizarro, de la recuperación de tres plazuelas, de la señalización turísticas, de la restauración de 194 fachadas de monumentos.
Cada expediente técnico es muy importante para el PMCH porque significa el inicio de un proyecto. Lo que suman más de 300 proyectos para la primera etapa de la implementación del plan; algunos ya han empezado a ejecutarse y los trabajos de otro grupo importante será visible “durante este año y el próximo”, adelanta Bogdanovich.
Asegura que nunca se ha visto nada similar en ningún Centro Histórico del Perú ni de América Latina. Y todos los trabajos son solo con recursos de la Municipalidad de Lima, “no son ni recursos del Gobierno Central ni de la empresa privada”.

A la vez, se desarrollan los proyectos de investigación arqueológica, los de investigaciones que se hacen en archivos, el apuntalamiento preventivo en varias casas. Entre otros. Prolima ya recuperó más de 20 esculturas públicas y para julio se tendrán listas otras 15 más, entre ellas los monumentos de las plazas Dos de Mayo, Bolognesi y San Martín.
En cuanto a archivos, el de Prolima ya ha sido digitalizado en su integridad y se está digitalizando el Archivo General de la Nación y otros que permitirán la recuperación del Centro Histórico.
Con todas estas obras en camino, en un par de años, “el Centro no será como estamos acostumbrados a verlo, sino un lugar mucho mejor”. Bogdanovich explica que la recuperación del Centro Histórico tiene que ser sostenida y permanente.

Bien cuidados

En las manifestaciones democráticas de noviembre que llegaron a la plaza San Martín, como una medida de prevención para cuidar los trabajos ya desarrollados se cubrió la estatua de las Tres Gracias, que en el 2019 fue recuperada. Es una de las acciones que implementa Prolima. También se adoptarán obras de mantenimiento.

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