Señala especialista
La entrega de un bono o ayuda económica a las familias peruanas en situación de pobreza o vulnerables tendría un impacto importante en esta población y generaría una huella fiscal relevante, pero manejable, señaló hoy la investigadora principal del Instituto de Estudios Peruanos (IEP),Carolina Trivelli.
“Tenemos una estimación de la pobreza al final del 2020 de 30% de la población, lo que representa unos 10 millones de personas o tres millones de hogares. Entonces, si se entregan estos bonos, se tendría un impacto importante en estas familias y un impacto fiscal también, relevante, pero manejable”, dijo.
Comentó que esta ayuda financiera a estas personas podría tener algún de tipo de focalización, en vez de un enfoque generalizado, considerando el asunto fiscal y la recuperación en marcha en varias zonas del país.
Ayer el presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, informó que se viene preparando un bono para las personas que se encuentran en situación de vulnerables y que necesitan ayuda económica, debido a la emergencia sanitaria causada por la covid-19.
“Se entregará un bono de 350 soles a cerca de 13 millones de personas. El subsidio será individual y no por familia, pues no era efectivo entregar lo mismo a un hogar de tres que de ocho personas. Uno de los criterios en evaluación sería ganar menos de 3,500 soles al mes”, manifestó.
Cabe destacar que el presidente de la República, Pedro Castillo, anunció, en su mensaje a la Nación el 28 de julio, la entrega de un apoyo financiero directo para cada una de las familias vulnerables por la pandemia del covid-19, como parte de las medidas que desplegará su Gobierno para la reactivación de la economía.
A continuación, Trivelli consideró que estas ayudas económicas deben atender de forma prioritaria a las personas en pobreza y pobreza extrema, pero también, a grupos poblacionales que sufrieron por la pandemia del coronavirus como las mujeres jefas de hogares en situación vulnerable e incluso a quienes no están por debajo de la línea de la pobreza.
Muchas de estas mujeres jefas de hogares en las condiciones antes mencionadas perdieron sus empleos porque trabajaban en lo sectores de servicios o vieron reducidos sus ingresos, entre otros motivos, manifestó. “A ellas se les debería dar un bono”, agregó.
Así también se debe identificar a otros grupos (perjudicados por la pandemia) para que puedan palear su situación, brindarles un respiro para reactivar sus fuentes generadoras de ingresos o sus actividades económicas y no tengan que esperar un siguiente bono, sostuvo.
Bancarización
En otro momento, indicó que la mayor parte de peruanos que vive en situación de vulnerabilidad tiene cuentas en el sistema financiero.
“Por ejemplo, los receptores de los programas Juntos y Pensión 65 tienen sus cuentas para recibir los pagos o transferencias del Estado. Ellos saben usarlas (las cuentas) y relacionarse con el sistema financiero”, anotó.
Trivelli dijo esperar que pronto se activen las cuentas DNI porque ello ayudaría a que más peruanos puedan contar con una cuenta digital sencilla y que les facilite el cobro de los bonos.
La oportunidad que se abre a un proceso de mayor inclusión financiera usando cuentas DNI u otros mecanismos, es relevante porque conecta a las personas con el sistema financiero, permite a las personas vulnerables puedan salir adelante en este momento y además a manejar mejor sus recursos y tener una mayor opción de desarrollo, manifestó.
La inclusión financiera ayuda, pero el reto ahora es lograr como ocurre este proceso de bancarización con bajos costos para las personas, entre otros, añadió.
Detalló que los usos de los recursos correspondientes a las transferencias monetarias de los programas sociales apuntan a la alimentación, salud y educación.
Se destacan por la regularidad y predictibilidad en la entrega de los recursos monetarios. Les permite a los beneficiarios realizar emprendimientos o ahorrar, finalizó, añadió.
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