Un mal momento pasó la inhabilitada fiscal Zoraida Ávalos, cuando acudió a una oficina de Sunat en La Victoria, pero fue reconocida por varios presentes. Allí se escuchó que le gritaban “¡corrupta sinvergüenza!” y “¡cómplice de Castillo y de Vizcarra!”.
Al parecer, la cuestionada funcionaria había acudido a la agencia a hacer unos trámites, cuando empezó a ser repudiada. Procedió a retirarse, pero una ciudadana la siguió a los exteriores.
Allí, Ávalos se detuvo unos segundos, para explicar que sí había denunciado a Martín Vizcarra (por el caso “Richard Swing”),pero le refutaron que lo había hecho cuando el “Lagarto” ya no estaba en el poder.
Asimismo, le recordaron que no tomó acciones cuando miles de peruanos morían de COVID-19, mientras el expresidente compraba pruebas que no detectaban el virus, produciendo más velocidad de contagios y falsos diagnósticos médicos.
“¡Protectora de Odebrecht!”, le siguieron diciendo a la suprema, cuyo archivamiento en la acusación que aprobará el Congreso, por omisión de funciones, será evaluada en la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema. Se le imputa el haber paralizado las investigaciones a Pedro Castillo.
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