Super Mensajes

El exministro de Relaciones Exteriores, Luis Gonzales Posada, afirma en esta entrevista que Nicolás Maduro está cometiendo actos de barbarie para ganar a cualquier precio las elecciones presidenciales de Venezuela el próximo 28 de julio, ante el silencio de la comunidad internacional y, especialmente, de partidos democráticos y de las cancillerías latinoamericanas.

El chavismo primero vetó la candidatura de María Corina Machado y después a la maestra Corina Yaris, porque las encuestas les daban una ventaja de 9 a 1. Ahora están demoliendo al candidato opositor, el diplomático Eduardo González Urrutia.

Así es. Diosdado Cabello, número dos del régimen, jefe de la represión, lo califica de “personaje inmundo, designado por el Imperio” y agrega que “ni por las buenas ni por las malas van a gobernar”, palabras que calzan con expresiones similares de Maduro. Los comandos de campaña de la oposición están en la cárcel y seis de ellos siguen refugiados en la residencia del embajador argentino en Caracas. A la señora Machado no le venden pasajes en avión y bloquean las carreteras con matones para impedir que llegue a los mítines. La persiguen e insultan. ¿Esperamos que la asesinen para hacer algo?

Las encuestas, sin embargo, favorecen a González…

Así es. La empresa Maganalisis le otorga 32.4% de intención de voto, frente a 11.2% de Maduro, sin contar que en el exterior obtendría el 98.2% de sufragios. Una última encuesta de ORC Consultores proyecta que González tendría 51.77% de votos y Maduro un escuálido 13.15%.

El Consejo Nacional Electoral de Venezuela ha registrado 4 millones 450 mil votantes en el extranjero, pero solo han habilitado a 69,189 personas.

En nuestro país, tenemos 900 mil venezolanos hábiles, pero votarán 660. En Colombia, 7 mil; en México 3,215; en Chile 2,659. Un fraude descomunal del cual nadie habla. No existe resistencia democrática; más bien hay permisividad, temor de enfrentar a una dictadura rapaz que carga miles de muertos, encarcelados y torturados, de acuerdo a los reportes de la Corte Penal Internacional, del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU, de la OEA y de la Comunidad Europea. En otras palabras, gozan de inmunidad e impunidad.

¿Cuál sería la respuesta?

Primero, denunciarlos en los foros internacionales; luego, reducir las relaciones bilaterales a nivel de encargados de negocios o de asuntos consulares y aplicar sanciones económicas. No hay otra vía, porque mantener relaciones plenas a nivel de embajadores fortalece a los autócratas y agravia a millares de venezolanos reprimidos, 8 millones de ellos en el exterior.

¿Si gana Maduro, aumentaría ese porcentaje?

La misma encuesta citada dice que si ocurre esa desgracia, 35% migraría y 45% lo pensaría. Pero la crisis se extiende a otras naciones como Cuba, Nicaragua y Bolivia. Por eso digo que, ante la falta de oposición, las satrapías se consolidan y expanden, porque además cuentan con mucho dinero para sus actividades proselitistas.

¿Con las mismas características?

Las dictaduras proyectan similares patrones. Primero, violaciones sistemáticas a los derechos humanos. Segundo, concentración del poder en una cúpula cívico-militar. En Cuba llevan 65 años gobernando; en Venezuela desde 1999 y en Nicaragua Ortega acumula 35 años sumando todos sus periodos. Una tercera característica es el éxodo, amargo, desesperado, masivo. Desde la instauración del gobierno comunista en Cuba han salido más de 2 millones de personas y en los últimos años, entre 2022 y 2023, lo hicieron 533 mil de acuerdo a la data de la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza de USA. De Nicaragua han migrado 750 mil y de Venezuela 8 millones. En total, las dictaduras han provocado un éxodo de 12 millones de seres humanos. Un verdadero récord.

Se afirma que ese éxodo es impulsado por los propios gobiernos…

Claro, porque así tienen menos gente que alimentar y servicios básicos que brindar, como luz, electricidad, medicinas. Y todas esas carencias son achacadas al imperialismo yanqui, porque esa monserga la repiten con estridencia para cubrir su incapacidad. Monserga que no puede ser replicada porque no existen medios de prensa independientes.

La sensación que se tiene es que esas son las reglas de la diplomacia…

Por eso estamos así, no solo en Latinoamérica sino en el mundo. Desde hace tres años Putin bombardea viviendas, escuelas, hospitales, centros de alimentación en Ucrania. Han muerto, en ambos bandos, unas 280 mil personas entre civiles y militares, entre ellos 2 mil niños ucranianos. Es una masacre provocada por un país miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU que viola los principios rectores de esa organización. Los rusos, sin embargo, cuentan con apoyo de China, Irán, Corea del Norte, Bielorrusia, Nicaragua, Cuba y Venezuela. Ahora amenaza con utilizar proyectiles nucleares si la OTAN interviene.

Eso podría ser el estallido de una Tercera Guerra Mundial…

Con Putin no puede haber negociación, como no pudo haberla con Hitler. La historia lo demuestra. En 1938 se reunieron en Múnich los primeros ministros de Italia, Francia y Gran Bretaña. Al término de la conferencia, Neville Chamberlain, jefe de gobierno británico, regresó a Londres mostrando un documento que, según manifestó, garantizaba la paz, porque a cambio de ceder a los alemanes la parte sur de Checoslovaquia Hitler se comprometía a no invadir todo ese país. Fue una ingenuidad porque a los pocos meses lo hizo, luego avanzó a Polonia y desató la II Guerra Mundial.

¿Piensa que lo mismo hará Putin?

Sin duda, Putin pretende reincorporar a las naciones que formaron parte de la Unión Soviética. Solo hay un camino para frenarlo: derrotarlo militarmente, como se hizo con Hitler. Para hacerlo, las fuerzas armadas de la OTAN deberán desplegar sus tropas en territorio ucraniano. No hay otro camino. Se están preparando para hacerlo. El costo será alto sin duda, pero menor que no hacer nada, que permitir que los rusos sigan asesinando y destruyendo e, inclusive, que empleen material nuclear porque amenazan constantemente con hacerlo.

No se puede callar ante esos regímenes, asegura Luis Gonzales Posada

¿Qué puede hacer el Perú para hacer frente a las dictaduras de la región?

Romper el rígido y obsoleto esquema diplomático de que hay que tener relaciones plenas con las tiranías. Ese es un gravísimo error porque así legitimamos y fortalecemos a esos regímenes. ¿Cómo no decir nada ante cientos de cubanos condenados a prisión por manifestarse pacíficamente? ¿Por qué callar ante el saqueo de templos, confiscación de monasterios, persecución de sacerdotes, deportaciones masivas y 350 asesinados por el dictador nicaragüense Daniel Ortega o ante la detención arbitraria de la ex presidenta boliviana Janine Añez, encarcelada por orden de Arce y Evo Morales? La diplomacia, en suma, no debe ni puede ser silente cuando están en juego principios y valores vinculados a la democracia, la libertad y los derechos humanos.

LO MEJOR DE MUNDO: 

Marcelo Odebrecht se salva del caso Lava Jato tras anulación de procesos de la Corte Suprema de Brasil

España mueve sus fichas y queda a un paso de romper relaciones diplomáticas con Argentina | Guerra de poder entre Sánchez y Milei

Fiscal de la Corte Penal exige detención contra Netanyahu y cabecillas de Hamás por crímenes de guerra en Gaza

Mira más contenidos siguiéndonos en FacebookXInstagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.