Super Mensajes

Por Vladimir Rendón

Corani es uno de los diez distritos que conforman la provincia de Carabaya en la región Puno, una localidad que está a poco de alcanzar los 4 mil metros sobre el nivel del mar y es allí donde se demuestra cómo la población y la iniciativa privada dan frutos sobre la base del desarrollo de la tecnología con materiales que están al alcance de los agricultores y ganaderos y que son parte del paisaje.

Es así que Andrés Franco, vicepresidente de Desarrollo Corporativo de Bear Creek, ha hecho que la sinergia sea una realidad con la instalación de un centro tecnológico que permite a la población mantener sus costumbres ancestrales y hacer emprendimientos respetando los estándares internacionales. Pero ello ha sido un proceso donde manos peruanas, expertas en temas corporativos y en asuntos sociales, lograron entablar vínculos de confianza, imbuidos de la energía y el entusiasmo para lograr la inclusión social y económica.

De este modo, Franco hizo posible que la electricidad llegara a Corani y no solo ello, sino que se dio lugar al desarrollo del ichu, un pasto del altiplano para elaborar fibras, y también radios, con la mano de obra local. De esta forma, con el pasar del tiempo los jóvenes de Corani han dado paso incluso a los aplicativos móviles programados por ellos mismos, un desafío que vio la luz y no se detuvo por la pandemia de la covid-19, ya que también fabricaron mascarillas con el ichu, con lo que se incrementaron los niveles de bioseguridad.

¿Pero qué aporta Corani desde Puno al mundo?

Hoy el Centro de Innovación Tecnológico de Corani fabrica guantes inteligentes, para el beneficio de las rondas campesinas de las comunidades de Chacaconiza y Quelcaya, lo cual es un avance en la salud pues se puede registrar la temperatura corporal y el nivel de oxigenación en la sangre, que se puede visualizar por medio de un dispositivo móvil.

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Andrés Franco, quien se involucró con el proyecto, nos cuenta que de esta forma se han roto esquemas y fortalecido familias de la zona andina, contando con la participación de Patricia Ruiz, gerente de Asuntos Sociales. Asimismo, este proyecto de desarrollo social cuenta con un rol fundamental de la mujer que ha tomado protagonismo, con el diseño de ropa para la exportación, usando la lana de las alpacas y otros auquénidos. Además se elaboran productos como el shampoo de wichullo, que aprovecha los altos contenidos de minerales beneficiosos; también encontramos protector solar a base de ichu y pomada analgésica a base de sallik.

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