Ciudadanos de la provincia de Oxapampa enviaron el miércoles 21 de julio una carta abierta al gobernador regional de Pasco y otras autoridades regionales solicitando tomar acción urgente para el reconocimiento del Área de Conservación Regional Chontabamba – Huancabamba, cuyas 14,891 hectáreas protegerán bosques de neblina y puna húmeda ricos en diversidad biológica y recursos naturales de gran valor para la población local. Además, el área alberga las nacientes de los ríos Chontabamba, Anana, Ancahuachanan, Gramazú, Pusapno y San Francisco, por lo que juega un importante papel en la regulación hídrica y la provisión de agua en los distritos de Chontabamba, Oxapampa y Huancabamba.
Al cabo de nueve años de estudios y gestiones para lograr su establecimiento, el expediente de la propuesta Área de Conservación Regional (ACR) se encuentra en la recta final para su aprobación por la Presidencia de Concejo de Ministros. Sin embargo, el proceso de creación del área de conservación y su integridad física están siendo amenazados por la reciente presentación de 21 solicitudes de titulación individual para fines agropecuarios dentro de sus límites, que suman cerca de 3000 hectáreas, o el 20% del área protegida propuesta.
Esta situación se da pese a que en 2016 se realizó un proceso de delimitación del área protegida propuesta con amplia participación de la población local, a raíz del cual se consideró los derechos existentes.
Los ciudadanos de Oxapampa instan a las autoridades regionales y municipales a tomar decisiones informadas que privilegien el bien común de la provincia y sus pobladores, por encima de los intereses y ambiciones de unos cuantos individuos. Consideran que las demandas de titulación son irregulares, y sustentan esta afirmación con imágenes satelitales que muestran en las tierras solicitadas para titulación individual, bosque en buen estado, sin evidencia de actividades agropecuarias que justifiquen la posesión real que pretenden los solicitantes. Asimismo, destacan que dichas tierras no son aptas para agricultura y ganadería por su pronunciada pendiente, y por su valor para la regulación y provisión de agua.
Las extensiones solicitadas individualmente superan las 200 hectáreas y en algunos casos corresponden a personas que previamente adquirieron títulos de propiedad sobre tierras que fueron excluidas de la misma área de conservación propuesta como parte del mencionado proceso de delimitación realizado en 2016.
Los ciudadanos de Oxapampa expresan suma preocupación porque, de proceder la exclusión de las áreas solicitadas, el área propuesta para protección sería dividida por la mitad, con lo que su integridad quedaría vulnerada, impidiendo el cumplimiento de los objetivos de protección.
“Esta es una oportunidad única, quizá la última, que tendremos los oxapampinos para preservar nuestras fuentes de agua, que actualmente se hallan fuertemente presionadas y siempre bajo amenaza de invasión y deforestación. Si nuestras autoridades no actúan pronto, no solo mermará la biodiversidad y la provisión de servicios ambientales, sino que también se perderá la oportunidad de generar valor en base al ecosistema, por ejemplo, investigación científica, educación ambiental y ecoturismo, que es un importante motor de la economía de la provincia”, advierte la carta.
Por estos motivos, los pobladores exigen a las autoridades, en especial a la Dirección Regional Agraria de Pasco, que pongan freno a estas amenazas. “Ésta es un área de conservación para proteger la flora, la fauna y los ríos, pero el agua ya escasea en las cuencas y quebradas. Gracias a
la naturaleza hay turismo, y sin turismo no tendríamos ingresos. Queremos cuidar el ACR y nuestras autoridades locales y regionales deben trabajar para defender la naturaleza, esa es su función”, declaró Rosario Cucho, una de las pobladoras de Chontabamba, Oxapampa.
MANDATO CONSTITUCIONAL
César Ipenza, abogado especialista en temas ambientales, aclaró que la conservación de una ACR es un mandato de la Constitución que ordena al Estado proteger las áreas naturales. “Es importante que el Gobierno Regional de Pasco pueda cumplir con este mandato pendiente. Ya ha habido mucha discusión y difusión sobre este proceso, el cual ha sido aprovechado por personas extrañas que han tratado de llegar a estas tierras con otros fines”, sostuvo.
Agregó que conservar un área natural no solo es proteger animales y plantas sino también bienes y servicios fundamentales para la sociedad, sobre todo en el contexto de cambio climático que vivimos. El aporte de estos espacios, como el ACR, genera la captura de carbono y aporta a la reducción de Gases de Efecto Invernadero, hecho que sería una gran contribución al país.
“No olvidemos que el COVID-19 es un problema zoonótico causado por una mala relación con la naturaleza que se debe mejorar con el criterio de garantizar la protección de los espacios y áreas protegidas que permiten una forma de vida más digna para las personas”, sostuvo Ipenza.
La creación del ACR nació de los gobiernos locales de Chontabamba y Huancabamba en 2012 y obtuvo el respaldo del Gobierno Regional en 2014. El área contribuye con el ordenamiento territorial de la región y los objetivos de desarrollo establecidos en instrumentos como el Plan de Desarrollo Sostenible de la región.
El área de conservación será gestionada por el Gobierno Regional. La población colindante podrá realizar actividades como ecoturismo, apicultura, aprovechamiento de productos no maderables, caza de subsistencia, entre otros, por lo que es importante también para la economía local y la provisión de servicios ecosistémicos.
En años anteriores, se identificó los derechos de posesión y titulación existentes en torno al área propuesta con el fin de excluirlos de la misma al momento de su delimitación; también se realizaron de manera periódica talleres de socialización y difusión de la iniciativa en todos los sectores colindantes. Pese a todo ello, la integridad del área actualmente se ve vulnerada por 21 nuevas solicitudes de titulación que afectan el 20% del área en una parte central de la misma.
Quienes buscan apropiarse de 3000 hectáreas del área protegida se amparan en el reciente reconocimiento del sector denominado “Alto Tingo” mediante el acuerdo de consejo N°132-2019- MDCH, y pretenden ignorar que dicha medida toma como antecedente informes técnicos que especifican que el sector “Alto Tingo” colinda con el área de Conservación Chontabamba – Huancabamba, sin que exista superposición. Los solicitantes tampoco evidencian actividades dentro de área protegida propuesta.
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— Exitosa Noticias (@exitosape) July 21, 2021
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