El drama del secuestro conmocionó a la comunidad cuando Jackeline Salazar, una joven de 32 años, fue raptada el 13 de mayo. Durante más de una semana, su vida estuvo en juego mientras las autoridades y su familia negociaban su liberación. Finalmente, un operativo policial llevó al rescate de la empresaria en una casa precaria ubicada en Carabayllo, revelando las condiciones infrahumanas en las que había sido retenida.
Condiciones del cautiverio
En una vivienda de dos pisos, alejada y desolada, Salazar enfrentó el horror del secuestro.
El lugar, sin asfaltar y escaso de habitantes, brindó el refugio perfecto para los secuestradores. Tras el rescate, la Policía Nacional del Perú encontró a Salazar en un cuarto mínimo, con un colchón sucio en el suelo y apenas algunos elementos de supervivencia: una botella de agua mineral, envases de alcohol y agua oxigenada, así como un paquete de toallas higiénicas.
Las condiciones insalubres y la evidente falta de cuidado mostraron la crudeza del cautiverio la joven empresaria Jackeline. Salazar, de 32 años de edad.
Agradecimiento y sorpresa
El padre de Jackeline. Salazar, Jorge, expresó su profundo agradecimiento a la Policía Nacional del Perú por su intervención. A pesar de haber inicialmente pedido que no intervinieran, reconoció el invaluable apoyo brindado por los agentes policiales durante los días de angustia.
"A pesar que yo había dicho que no intervengan, pero son unos ángeles para mi familia. El apoyo que me han dado es bastante. No tengo palabras para agradecer a la Policía. Gracias de todo corazón, muchas gracias", manifestó emocionado.
Investigaciones en marcha
Los detalles encontrados en el lugar del secuestro servirán como elementos clave en las investigaciones en curso.
Desde el seguimiento continuo a la víctima hasta la planificación meticulosa del cautiverio, cada detalle será examinado minuciosamente por las autoridades para identificar a los responsables y llevarlos ante la justicia.
El testimonio de Jackeline Salazar y cualquier evidencia recopilada serán fundamentales en el proceso judicial.
El rescate de Jackeline Salazar representa un rayo de esperanza en medio de la oscuridad del secuestro. Su liberación exitosa, gracias a la intervención valiente de la Policía Nacional del Perú, demuestra el compromiso de las autoridades en la protección de los ciudadanos.