En los matrimonios con hijos, es común que el amor no se apague, sino que se adormezca entre las exigencias del trabajo, la crianza y la rutina diaria. Sin embargo, el vínculo puede revivirse si se aborda de forma consciente, ya que en muchos casos el amor se comparte con los hijos y se piensa más en ellos que en trabajar por la relación en parejas.
¿Estamos creciendo juntos o solo compartimos techo?
Mark Travers, psicólogo de la Universidad de Cornell, afirma en su columna para Forbes que la motivación intrínseca ese deseo interno de actuar desde los propios valores está fuertemente vinculada a la satisfacción conyugal.
Según un estudio publicado en Psychological Reports con más de 300 adultos casados, quienes mantenían un interés genuino por el crecimiento personal y mutuo reportaban mayor cercanía emocional.
"Las relaciones no se sostienen solo con compromiso, sino con una voluntad activa de invertir en el otro", dice Travers. Frases como "quiero conocerte mejor" o "me interesa saber en quién nos estamos convirtiendo" pueden abrir nuevas rutas de conexión y diálogo.
¿Queremos todavía el mismo futuro juntos?
Las metas cambian, y es natural que también lo hagan las prioridades de una pareja. A veces no se trata de que el amor se acabe, sino de que los caminos ya no coinciden, lo cuál es parte de la vida, los pensamientos cambian, se pierde la conexión pero es no quiere decir que no exista un cariño de por medio.
Una revisión en la revista Epidemiology and Healthsubraya que la estabilidad en las relaciones duraderas está vinculada a valores compartidos, buena comunicación, tiempo de calidad y acuerdos comunes sobre crianza o finanzas.
Travers recomienda que al menos una vez al año las parejas se sienten a hablar sobre sus sueños, planes y cambios. "Cuando dos personas ya no desean el mismo futuro, la desconexión no siempre es por falta de amor", puntualiza.
¿Nos sentimos seguros incluso cuando discutimos?
Las discusiones son inevitables, pero no tienen por qué ser destructivas. Travers, apoyado en un estudio publicado en Contemporary Family Therapy, señala seis estrategias para resolver conflictos en parejas con más de 40 años de matrimonio:
- Escuchar con empatía
- Controlar la intensidad emocional
- Evitar culpas y suposiciones
- Ceder sin traicionar principios
- Resolver pronto los conflictos
- Tomarse espacios para cuidar el vínculo
- La seguridad emocional no es un regalo, sino una construcción constante.
El fortalecimiento de una relación no depende solo del tiempo juntos, sino de la calidad de las conversaciones que se cultivan, muchas veces incómodas pero son la clave. Estas tres preguntas proponen una hoja de ruta para reflexionar, reconectar y, si aún hay amor, redibujar el mapa de pareja con más conciencia.