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La firma de contrato de Paolo Guerrero con el Club Deportivo Universidad César Vallejo ha generado mucha polémica en el ambiente deportivo, pero también provocó malestar en los ciudadanos de Trujillo. En medio de la disputa pública, los comerciantes de la 'Ciudad de la eterna primavera' expresaron su deseo de declarar como 'persona no grata' al 9 de la Selección Peruana debido a que se burló de sus sentimientos.

Los más indignados son los comerciantes que se dedican a la venta de polos, pues afirmaron que el contrato del 'Depredador' con el 'cuadro poeta' generó gran expectativa en todos, por lo que mandaron a confeccionar una gran cantidad de camisetas con el '9', número histórico del jugador.

Sin embargo, nadie esperaba que unos días después el hijo de Doña Peta alegara que su madre está recibiendo amenazas de muerte para pedir la recesión de su contrato o en efecto, la exoneración del 30 días, misma que le fue denegada hace unos días. Tras esto, los comerciantes expresaron su malestar.

"Nosotros, en realidad, con todo lo que nos ha hecho (a los hinchas),estamos desilusionados (...) Lo vamos a declarar persona no grata dentro del ámbito deportivo", expresó un vendedor.

 "Si algún día llega acá, a Trujillo, a jugar por cualquier equipo, (Paolo Guerrero) no se imagina el gran rechazo y pifias que va a recibir", agregó.

Paolo llegó a Lima

Al promediar las 12:30 de la tarde de hoy, 20 de febrero, Paolo Guerrero arribó a la ciudad de Lima proveniente de Río de Janeiro, Brasil. Ello, en medio de la batalla mediática que atraviesa con el club Universidad César Vallejo (UCV).

El futbolista peruano fue esperado por la prensa, miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP) y una gran cantidad de hinchas que buscaban al menos tener una fotografía con el popular 'Depredador'.

Vestido con una camiseta ploma y gorra negra, el deportista llegó acompañado de su actual pareja y madre de sus dos últimos hijos, Ana Paula Consorte.

Es así que, Paolo Guerrero llegó a Lima para reunirse con los directivos de la UCV, pero los comerciantes de Trujillo ya no lo quieren en su ciudad.