La herencia colonial en el Perú y América Latina se expresó, entre otros aspectos, en denominar como “día de la raza” el 12 de octubre, refiriéndose al “descubrimiento de América” (llegada de Cristóbal Colón a nuestras tierras en 1492).
“Descubrimiento” que luego dio curso a la conquista, colonización y sojuzgamiento de los Reyes de España a nuestros pueblos originarios, cuyas tierras y riquezas paulatinamente fueron tomadas por los europeos.
El “día de la raza”, creado a comienzos del siglo XX por el exministro español Faustino Rodríguez-San Pedro, tiene una connotación que resalta al poder colonial en detrimento de nuestros pueblos milenarios.
El “descubrimiento” no fue tal, dado que humanamente América ya estaba poblada y había sido descubierta por las primeras personas que llegaron al continente por lo menos 12 mil años antes, viviendo tranquilamente, manteniendo sus culturas en la Amazonía, los Andes y la costa.
En nuestro país, cada año que se conmemoraba el “día de la raza”, y los gobiernos de turno, grupos de poder económico y político y grandes medios de comunicación lanzaban loas al colonialismo español, presentándolo como sinónimo de progreso, ocultando la verdad: Francisco Pizarro ordenó asesinar al Inca Atahualpa, e implementó una política de saqueo de nuestros recursos naturales -sobre todo oro, plata, cobre- y de exterminio de la población indígena; esta, según distintos estudios, disminuyó de 6 millones (algunos estiman 12) a 1 millón de habitantes entre 1532 y 1821. En menos de 3 siglos, mientras en otras latitudes hubo un notorio incremento demográfico, aquí sucedió lo contrario, especialmente debido a los trabajos forzados en las minas y por oponerse a quienes se sentían sus amos. Este fue un desencuentro histórico, aunque algunos, conscientes de lo insultante que significaba hablar de “día de la raza” después de todo lo acontecido, lo disfrazaron con el nombre de “encuentro de dos mundos”.
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En el Perú, el 5 de junio de 2009 fueron asesinados líderes awajún y policías. La “historia oficial” presenta lo ocurrido producto del “salvajismo” de los indígenas, cuando ellos solamente defendían sus tierras. La brutal represión fue conocida como el “Baguazo”, responsabilidad del gobierno de Alan García, quien meses después, pretendiendo lavarse la cara, denominó al 12 de octubre como “Día
de los Pueblos Originarios y del Diálogo Intercultural”, aunque el racismo y la exclusión social persistieron día a día como manifestaciones de la herencia colonial.
Transcurridos más de cinco siglos, nuestros pueblos originarios siguen reivindicando las raíces de las diferentes etnias de nuestro Perú diverso. Así seguirá por los siglos de los siglos, más allá de los múltiples intentos de aniquilación a través de bárbaros crímenes como los de Túpac Amaru y Micaela Bastidas, quienes viven en los corazones de millones que resistieron y nunca abandonaron su cultura.
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