Super Mensajes

La indiferencia es una reacción humana. Esa reacción, calificada de humana, la mayoría de las veces, es malvada. Muchos la califican de perversa.

Una de estas noches nos dormimos con un dolor inmenso. Cerramos los ojos con el corazón muy apretado. Ver el drama, vivido por las dos ancianas en un departamento sin comer, por mucho tiempo. No tener un baño utilizable para todos sus usos, con restos de defecación esparcidos por todos los rincones del cuarto usado como vivienda. Era una bofetada a la existencia. La historia, narrada y presentada por Juliana Oxenford, era como para pensar que, quienes allí vivían, no deseaban encontrar la vida, sino solo la muerte. Una de las dos ancianas falleció mientras Juliana fue embargada por la emoción, dejando una huella muy húmeda en cada espectador impactado con aquella patada a dos seres humanos.

Los que seguíamos el momento, ingresamos a compartir una vergüenza ajena, cuando supimos, contado por los vecinos, el haber solicitado ayuda, entre otros a la municipalidad y establecimientos de salud, para encontrar la apoyo que nunca llegó.

El “ya vamos” fue una ilusión. Dominó la indiferencia. Esa abulia que hunde. Un golpe, al paso de la vida, de dos mujeres azotadas por la soledad. Por la indiferencia. Alguien debería dar una explicación, pero eso sería como arar en el mar.

Con esa verdad nos dormimos. Nos despertamos con la historia de nuestro reportero Iván Escudero quien contó también, el caminar de una pequeña, apoyada por su madre, después de ser atacada por un enfermo. Vimos y conocimos de una pobre madre, sin ayuda, cuidando su negocito, tratando de encontrar apoyo. Sin la llegada en el momento de la solicitud. Cuando se necesitaba. Algo pasa en nuestros establecimientos de salud. Salvar una vida no significa si, está o no está inscrita, en esa institución. Los afectados necesitan ayuda. Asistencia. Auxilio. Acciones como la del Acalde de La Victoria, con una reacción de apoyo inmediata, para la mamá de Johanna quien encontró, tras la desgracia de su hija, otro camino. Aquello de “aquí no se atiende” no debe escucharse jamás. ¡Qué nos pasa…!.

  Más de Miguel Humberto Aguirre:

OPINIÓN | Miguel Humberto Aguirre: “¡El vecino…! ¡El vecino…!”

OPINIÓN | Miguel Humberto Aguirre: “Fecha de recuerdos”

OPINIÓN | Miguel Humberto Aguirre: “Jóvenes Down se abren al mundo”

The post OPINIÓN | Miguel Humberto Aguirre: “¡Qué nos pasa…!” appeared first on EXITOSA NOTICIAS - NOTICIAS DEL PERU Y EL MUNDO.