Desde el inicio de la cuarentena obligatoria del 2020, la actividad económica empresarial y el empleo fueron fuertemente afectados por el coronavirus. Ante esta situación, el gobierno desarrolló los programas de ayuda empresarial, como Reactiva Perú y FAE-Mype, permitiendo que las empresas puedan mantener sus cadenas de producción.
La economía está compuesta por la oferta (productores) y la demanda (compradores). Los programas de ayuda empresarial han sido enfocados para impulsar la oferta. El problema surge cuando hay productores reactivando sus actividades, pero con muy pocos compradores.
En octubre del 2020, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) publicó un reglamento para la reprogramación y congelamiento de deudas de personas naturales, y de los créditos de consumo y personales que podrían ser reprogramados hasta 36 meses, incluyendo período de gracia.
Estas reprogramaciones contarían con un programa de garantía que cubriría el 60% de créditos reprogramados de hasta S/5,000; y 40% para préstamos de entre S/5,001 a S/10,000. Mientras que, si el deudor ha pagado las dos terceras partes de su deuda de hasta S/10,000 antes de solicitar la reprogramación del saldo restante, el 80% de dicho monto estaría cubierto por el programa de garantías.
Si bien este apoyo a las personas naturales era un gran avance por parte del gobierno, su objetivo principal no fue impulsar la demanda sino asegurar el pago de deudas de bajo monto. Estas reprogramaciones no consideraron que los primeros meses del 2021 aun seguirían siendo duramente afectados por el Covid-19.
Hace una semana, el Congreso aprobó por insistencia el dictamen de ley para establecer topes a las tasas de interés del sistema financiero. El control de tasas podría ocasionar que los bancos no presten la cantidad de dinero como lo hacían antes, lo que generaría que las personas que necesiten préstamos con urgencia recurran al mercado informal, donde las tasas son más altas.
Más que controlar precios, lo que el Gobierno debería impulsar es un programa de apoyo a las personas naturales. En primer lugar, se puede desarrollar un programa similar a Reactiva Perú que impulse el crédito personal y, en segundo lugar, que el refinanciamiento de deudas pueda ser más flexible, tanto a nivel de monto como de garantías, con la finalidad de impulsar rápidamente la demanda nacional, asegurando la estabilidad financiera.
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