El dolor neuropático localizado es un tipo de dolor crónico que se presenta producto de una lesión del sistema nervioso central y periférico que afecta un área corporal del tamaño de una hoja carta. La Dra. Argelia Lara-Solares, anestesióloga y especialista en dolor, indica que puede generar sensaciones que no suelen considerarse dolorosas tradicionalmente e incluso puede manifestarse con la pérdida de sensibilidad, por lo que los pacientes tienen dificultad para describirlo y, en consecuencia, los médicos para diagnosticarlo.
De acuerdo con la Dra. Yahaira Becerra, médica geriatra del Hospital Militar Geriátrico, los médicos cuentan con escalas de valoración y pueden realizar exploraciones físicas que les permitirán comprender mejor la situación, sin embargo, “la descripción de los pacientes es una guía fundamental para que el médico ahonde en la molestia y brinde un diagnóstico y tratamiento oportuno”. En este sentido, ambas especialistas brindan algunas recomendaciones:
- Si experimenta alguna sensación anormal, acuda al médico para verificar el origen y evitar la cronificación del dolor. “El diagnóstico temprano puede facilitar la toma de decisiones centradas en mejorar la calidad de vida del paciente y evitar su sufrimiento innecesario”, enfatiza la Dra. Lara-Solares.
- Identifique las sensaciones que está experimentando. De acuerdo con la Dra. Becerra, se debe educar a la población en reconocer sus síntomas para que puedan ser más específicos al momento de la consulta. Existen algunas preguntas que pueden ayudarle a describir su experiencia dolorosa o incómoda: ¿Lo que siente es ardor, quemazón, punzadas, comezón, entre otros? ¿La sensación se parece a un calambre, un hormigueo, o un toque eléctrico?
- Describa lo que siente de la forma más detallada posible. Así considere que es una sensación muy rara, es importante que se lo mencione a su médico. No se limite en expresar lo que siente.
- Si ha superado una enfermedad o cirugía y aún siente dolor, busque ayuda médica. El dolor neuropático puede ser la secuela de una enfermedad (como la diabetes) o de una cirugía previa (como una mastectomía),por lo que necesitará de tratamiento específico.
- No permita que su dolor sea subestimado: “Inste al médico a que indague más en la causa; es importante detectar el motivo del dolor porque ello facilita el tratamiento de este”, resaltó la Dra. Becerra.
Por otro lado, la especialista destaca que, en su búsqueda por un diagnóstico y tratamiento adecuado, los pacientes peruanos se enfrentan a ciertas barreras propias del sistema de salud. “En el sector estatal, una consulta externa dura en promedio de 12 a 15 minutos, tiempo en muchos casos insuficiente para evaluar todos los síntomas relacionados con el dolor neuropático que puede tener un paciente. De igual modo, si bien existen diversas opciones innovadoras de tratamiento, los sistemas de salud no cuentan con una amplia disponibilidad de medicamentos”, señaló.
Así mismo, la doctora Becerra destaca que la educación médica continua en dolor es fundamental para el manejo de estos casos. “Actualmente, en Perú, contamos con la Maestría de Cuidados Paliativos y Manejo del Dolor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la cual facilita que cada vez haya más profesionales de la salud, como geriatras, neurólogos o anestesiólogos, abocados a identificar este tipo de dolor”, indicó.
El dolor neuropático y las enfermedades relacionadas
Se estima que el dolor neuropático afecta al 2% de latinoamericanos y que, en el 60% de los casos, es localizado.3 En Perú, no se cuentan con cifras establecidas sobre la prevalencia de esta enfermedad y, de acuerdo con la Dra. Becerra, “es necesario que se realicen más estudios al respecto porque existe un sub-reporte del dolor neuropático, ya que puede considerarse como parte de otra enfermedad o de la edad, y no sea especificado por el médico en las historias clínicas”.
Acerca de su origen, las especialistas señalan que puede estar relacionado a ciertas enfermedades, como el herpes zoster y la diabetes principalmente. “Cuando el dolor se prolonga por más de tres meses se considera crónico y es importante que este se trate además de atender la afección original, ya que el dolor crónico es una enfermedad en sí misma que, de no atenderse en paralelo, deteriora la calidad de vida de los pacientes”, finaliza la Dra. Lara-Solares.
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