Juan José Santivañez, sostuvo que después de 40 años están armando y potenciando a la Policía para combatir el crimen organizado en el país.
Sus palabras no se ajustan a la realidad, porque está abandonada la construcción e implementación del laboratorio de criminalística de la Policía en Arequipa. Esto deja sin las armas que necesitan los investigadores para demostrar, científicamente, que los sospechosos que tienen en la mira por los diversos crímenes ocurridos.
El jefe de la Divincri, coronel PNP Eduardo del Campos, señaló que tienen objetivos a los que se les está haciendo seguimiento, pero la complejidad de los casos gira en torno en demostrar su participación, y surge “demoras en el procesamiento de muestras”. Por ello, reconoció que es urgente y de mucha importancia que se pueda terminar las obras físicas y sobre todo el equipamiento. Esto según estimaciones de la Oficina General de Infraestructura (OGIN) del Ministerio del Interior, demandaría una inversión superior a los 37 millones de soles.
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En el último caso de sicariato, ocurrido en la noche del lunes en la calle Pérez Aranibar, del distrito de Sachaca. Las víctimas identificadas como Ali Tinemo Mata (26) y Niurka Astudillo Mejías (23) fueron acribillados de 26 balazos disparados por al menos dos armas distintas. En el lugar se hallaron 29 casquillos entre calibres 9 milímetros corto y 38.
Con las evidencias recolectadas, se puede hallar fragmentos de huellas dactilares. Estas resultan insuficientes para poderlas procesar; sin embargo, si contaran con equipos de ADN que debería tener el moderno laboratorio abandonado, los peritos podrían extraer una muestra de ADN por el contacto de las manos de los sicarios con las armas que abastecieron con los proyectiles. Este material genético podría ser homologado con una muestra de los sospechosos que tienen los investigadores para demostrar su vínculo con el crimen.