Monstruo asesinó a esposa y cuñada y abusó de su hijastra

El ciudadano estadounidense David Neal Cox (50) fue condenado a pena de muerte por matar a su exesposa y abusar sexualmente de su pequeña hijastra de 12 años en 2010 y el último 17 de noviembre murió luego de recibir la inyección letal. Sin embargo, antes de morir confesó que él también mató a su cuñada.

Lo condenaron a pena de muerte y antes de recibir la inyección letal confesó uno más de sus crímenes

La Oficina del Fiscal de Distrito del Primer Circuito anunció el martes que David Neal Cox escribió una nota a la oficina del fiscal que revelaba la supuesta ubicación del cuerpo de Felicia Cox, quien había estado desaparecida desde julio de 2007. La carta fue entregada personalmente por la Office of Capital Post-Conviction (CPCC) dos días después de la ejecución de Cox.

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CPCC dijo que Cox hizo la confesión poco antes de ser ejecutado y renunció a su privilegio de abogado-cliente después de su muerte. “El Sr. Cox sintió un profundo remordimiento y quería darle un cierre a su familia”, dijo la CPCC en un comunicado el martes.

La oficina del fiscal dijo que Cox había sido sospechoso durante mucho tiempo de ser responsable de la desaparición de Felicia Cox.

El Departamento del Sheriff del Condado de Pontotoc, la Oficina del Fiscal de Distrito y los expertos en Arqueología y Antropología de la Universidad Estatal de Mississippi han lanzado un esfuerzo de búsqueda y recuperación con la esperanza de encontrar los restos.

“Nos gustaría enfatizar que localizar los restos de Felicia Cox no es una conclusión inevitable. Esperamos que la información sea precisa y que los esfuerzos de recuperación sean exitosos para que la familia de Felicia pueda darle un entierro adecuado”, dijo la Fiscalía.

YA NO QUERÍA VIVIR

Realizó varias apelaciones para intentar salvarse de la muerte, pero finalmente presentó documentos policiales en los que se consideraba digno de no existir más. Le aplicaron una mortal sustancia en Mississippi, siendo el primero en nueve años en recibirla en el estado, pero previamente dejó unas instrucciones.

Los abogados del fallecido entregaron personalmente una carta de su cliente a las autoridades del distrito en el que brinda más detalles de aquel fatídico día y confesaba otro crimen. Asimismo, acordó renunciar al privilegio con los letrados después de su muerte, con el cual pueden brindar información confidencial.

De acuerdo con el fiscal del Primer Circuito del norte del estado, John Weddle, el occiso indicó que los restos de Felicia, la madre de su expareja, estaban en el condado de Pontotoc. Es por ello que las autoridades enviaron un equipo para que recupere el cadáver de la mujer para seguir la recta final del proceso.

Pese a que no detallaron la ubicación exacta, añadieron que su personal de investigación, expertos en arqueología y antropología de la Universidad Estatal de Mississippi están trabajando para la recuperación del cuerpo, el cual podría ser recogido en los próximos días para informarlo a los familiares respectivos.

FUE BUEN HOMBRE “EN UN MOMENTO”

Su ejecución fue la primera en el estado desde el 2012 y la novena en Estados Unidos este año 2021. Hablando en una conferencia de prensa, el comisionado Burl Cain del Departamento Correccional de Mississippi reveló que la última comida de Cox consistió en pudín de plátano, papas fritas, bagre frito y harina de maíz.

Dijo a los periodistas que Cox había estado “muy normal, muy tranquilo, y es casi único decir un poco optimista” durante sus últimos días en el corredor de la muerte.

David fue ejecutado, como la ley lo ordenó, el mes pasado en la Penitenciaría Estatal del estado, en Parchman. Al último día de su día asistió en el típico traje rojo de prisión, lo echaron en la camilla, lo cubrieron con una sábana blanca y antes de morir emitió unas palabras para las personas que estaban presentes.

“Quiero que mis hijos sepan que los amo mucho y que fui un buen hombre en un momento… Nunca leas nada más que la Biblia King James”, dijo. Además, agradeció al Comisionado Estatal de Correccionales, Burl Cain, por “ser muy amable” con él. “Eso es todo lo que tengo que decir”, finalizó antes de fallecer.

En la sala donde le dieron muerte se encontraba su hijastra, de ahora 23 años, de quien abusó sexualmente.

Los responsables de la cárcel procedieron a inyectarle por vía intravenosa y de manera continua una mezcla de diversos fármacos que producen en la persona paro cardiaco, inconsciencia y parálisis respiratoria. El hombre movió un poco la boca hasta que finalmente fue declarado muerto a los pocos minutos.

Dos años después de cometer las atrocidades, en 2012, se declaró culpable de asesinato capital y otros cargos más, incluida agresión sexual. Aunque todavía no había revelado el asesinato de su cuñada, crimen que hubiese agravado su situación y que habría hecho que lo condenen y lo ejecuten años atrás.

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IGUAL SE OPONEN A LA PENA DE MUERTE

Como en otros casos, el deceso del condenado a muerte todo tipo de opiniones entre la población, muchos pidieron la suspensión y otros que solo siga cadena perpetua, pero sus palabras no fueron tomadas en cuenta y el Departamento de Correcciones de Mississippi indicó que adquirieron tres medicamentos.

El estado llevó a cabo seis ejecuciones en 2012 y por ahora ya no tienen otras programadas entre las más 30 personas que tienen que pasar por el corredor de la muerte. Por otra parte, algunos gobiernos han tenido dificultades para encontrar los fármacos debido a que las farmacéuticas bloquearon sus usos.

Actualmente se aplica la pena de muerte en estado como Texas, Oklahoma, Florida, Ohio y Arizona. El primero tiene el mayor número de casos y el segundo tiene la mayor tasa per cápita. En 2014, el 80% de estas condenas se concentraron en Texas Misuri y Florida.

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