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Este es un caso sin resolver. El 20 de septiembre de 1988 en Nuevo México, Tara salió de su casa con la bicicleta de su madre con la intención de dar un paseo por la misma ruta de siempre, cerca de su casa. Era una joven de 19 años a la cual le gustaba hacer deporte y disfrutar del aire libre.

Nunca se supo nada más de Tara Calico y su caso sigue sin resolverse

Debía volver antes de las 12:30 ya que había quedado con su novio en jugar tenis a esa hora. La hora pactada llegó, y al no ver a Tara aparecer en la casa, su mamá, Patty Doel, decidió ir a buscarla, sin suerte alguna. La desesperación invadió a su madre, a lo que decidió ir con la policía.

Varios vecinos declararon que efectivamente la habían visto pasear con su bicicleta en su ruta acostumbrada, lo cual, no aportó ningún indicio de secuestro o algo que le pudiera ocurrir, solo se sabía que había estado montando bicicleta por la estatal 47.

Entre los voluntarios que salieron en la búsqueda, estaba Patty Doel, la madre de Tara. Cuando se encontraba en la estatal 47 encontró un cassette y parte del walkman de su hija, lo cual reconoció rápidamente. Ambos objetos los encontró a unos 19 kilómetros de la casa, una distancia muy larga que no habría hecho su hija, por lo que intuyó que era un rastro que ella podía haber dejado. No obstante, la policía lo desestimó creyendo que no era un indicio claro, pues podría pertenecerle a cualquiera.

Unos meses después, el 20 de junio de 1989, aparece una fotografía en el estacionamiento de un centro comercial de Port St. Joe (Florida). Aquel hallazgo sería revelador y desconcertante a la vez para los investigadores.

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LAS FOTOGRAFÍAS

En la fotografía se podía ver a una joven y un niño pequeño, maniatados y amordazados con cinta aislante. En un principio se dudó de la veracidad de la foto, sin embargo, Patty Doel al verla logró identificar inmediatamente a la joven como su hija.

Pero para la policía no fueron pruebas definitivas en que la joven sea la misma a Tara. Lo que no les importó a la familia, ya que estaban convencidos de que sí era ella. Tenían afirmaciones más allá del parecido facial, ya que habían observado elementos en la foto que corroboraban su creencia, como una cicatriz en la pierna.

Sin embargo, lo que sí pudieron notar es la fecha en la que se tomó la foto, que fue después del mes de mayo de 1989, eso se logró gracias a que sabían la cámara con la que había sido tomada. Gracias a eso podían deducir que era muy posible que Tara siguiera con vida, aunque aún no sabían quién era el otro niño que aparecía en la foto.

Había mucho desconcierto alrededor de la fotografía, algunos creían que el niño que aparecía en la fotografía podría tratarse de un niño huérfano. Otros afirmaron que se trataba de Michael Henley Jr., un pequeño de 9 años que había desaparecido unos meses antes que Tara, y también en Nuevo México.

UN CAMBIO ROTUNDO

Todo daría un cambio nuevamente y es que, a principios de 1990, se hallaron los restos mortales del pequeño Michael Henley en las montañas de Zuni, en Nuevo México.

El lugar se encontraba a unos 65 kilómetros aproximadamente de donde había desaparecido Tara. Los restos del niño se encontraban en avanzado estado de descomposición cuando lo hallaron. Al practicarle la autopsia, los forenses aseguraron que el pequeño debió perderse en el bosque y morir de inanición días más tarde.

Sin embargo, la fotografía había despertado una gran desconfianza en el caso y en la versión oficial. Consideraban que el pequeño si era en efecto, Michael. Lo que dio paso a nuevas especulaciones que derivaron en dos nuevas teorías de lo que podría haber sucedido.

Por un lado, consideraron que Michael haba sido secuestrado por las mismas personas que se habían llevado a Tara, muy posiblemente los que viajaban en la camioneta Ford y la furgoneta Toyota. El pequeño habría sido mantenido con vida por un largo periodo de tiempo, para después, abandonarlo a su suerte en las montañas de Nuevo México.

La otra teoría, apuntaba que había estado retenido en el lugar donde desapareció y que, en un momento dado pudo escapar y se perdió en el bosque donde finalmente murió.

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HALLAZGO DEL CUERPO

Tras el hallazgo del cuerpo de Michael, apareció un nuevo testimonio que volvería a crear un desconcierto en torno al caso de Tara. un testigo anónimo aseguraba haberla visto en Florida junto a varios hombres. Además, describió que el trato que recibía por parte de estos no era agradable, pues parecía que estaba siendo sometida. Durante aquella época, aparecieron nuevas fotografías Polaroid de la supuesta Tara, que no llegaron a ser publicadas en su totalidad.

Los oficiales de Alburquerque recibieron dos sobres con un contenido que no esperaban, dos fotografías. Una de ellas se podía ver el rostro del pequeño Michael con la boca pintada de negro simulando una cinta negra, aludiendo al niño que aparecía en la primera fotografía de Polaroid de 1989. La siguiente foto mostraba a una joven débil, con los ojos cubiertos por gasas y unos lentes oscuros. Lo que al principio tomaron como una simple broma, hasta que el teléfono de la comisaria empezó a sonar.

Al otro lado de la línea, hablaba un testigo que aseguraba saber el paradero de Tara. Contó que se la trataba como esclava sexual y que había sido sometida por varios hombres. También afirmó saber que habían acabado con su vida tras haberse aburrido de ella. La policía dejó pasar aquellas afirmaciones, concluyendo que se trataba de una broma pesada.

Sin embargo, años después apareció otro testigo que afirmaba saber que era lo que había pasado con Tara Calico. El Sheriff René Rivera, de Nuevo México, manifestó que unos jóvenes que él conocía, habían seguido a Tara en unos vehículos como los que habían descrito anteriormente. Tratando de llamar la atención de la joven, pero ésta simplemente los ignoró.

Ante aquel rechazo, que no les gusto a los muchachos, dieron un brusco giro de volante con la intención de asustarla, pero se les salió de control, logrando un accidente en el cual Tara habría perdido la vida. Ante lo cual, los jóvenes acordaron con sus familiares un plan para deshacerse del cuerpo de Tara, el Sheriff no dio nombres ni añadió algún dato que pudiera dar con el culpable.

Aquella declaración provocó un gran enfado en Patty Doel, ya que entorpecía la investigación y no aportaba ninguna pista que pudiera servir, por lo que ella con el padrastro de Tara iniciaron acciones legales contra este.

Actualmente, tanto Patty como el padre biológico de Tara han fallecido, ella en 2006 y él en 2002; sin embargo, el padrastro sigue luchando por esclarecer que pasó con Tara Calico, ya que el caso aún está abierto, y sigue sin resolver.

La entrada Joven salió a disfrutar del aire libre y en el camino habría sido secuestrada y asesinada se publicó primero en El Men.