Santiago, un hombre de 25 años de nacionalidad española, tenía antecedentes por distribuir pornografía infantil en internet
El caso involucra a una pareja de españoles, un hombre de 25 años (originario de Venezuela, pero nacionalizado) y una mujer de 23 años, y es de naturaleza tan perturbadora que podría perturbar a cualquiera. Se les acusa de difundir imágenes de carácter sexual de su propia bebé, que tenía tan solo 5 meses en ese momento, además de haber abusado sexualmente de ella e incluso de haber ofrecido a la niña a terceros por parte del padre.
Aunque ambos fueron detenidos, la mujer fue puesta en libertad por el tribunal, mientras que él permanece en prisión. El hombre utilizaba diversas redes sociales y servicios de mensajería instantánea tanto para descargar como para compartir contenido sexual.
Santiago, el nombre del individuo, ya había sido detenido en 2019 por distribución de pornografía infantil, pero lamentablemente fue liberado. En ese entonces, no era padre. La pareja tuvo a la niña en mayo de 2022, y se ha confirmado que los videos de él abusando de la bebé son de cuando esta tenía solo 6 o 7 meses.
La primera alerta sobre la reincidencia de este pedófilo llegó a la Unidad Central de Ciberdelincuencia en septiembre de 2022 a través del patrullaje en línea que realiza Homeland Security Investigations, una agencia internacional de Estados Unidos, en las “deepwebs”.
Después de verificar las sospechas, la Policía Nacional llevó a cabo una primera búsqueda y registro en la vivienda que ocupaban Santiago y su pareja en el barrio madrileño de Aluche en diciembre. En ese momento, descubrieron que la pareja tenía una bebé en condiciones precarias, con signos de negligencia, un rasguño en el rostro causado por un gato, rastros de marihuana en la casa y un ambiente extremadamente sucio.
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Los agentes detuvieron a Santiago y presentaron un informe a los servicios sociales de la Comunidad de Madrid sobre la situación de la bebé, que luego les retiraron la custodia. Además, el tribunal emitió una orden de alejamiento de la menor para los padres, y los abuelos paternos intentaron obtener la custodia de la niña.
En ese momento, Santiago fue el único detenido y el tribunal lo liberó. Mientras tanto, los investigadores examinaron su teléfono móvil, en el que encontraron alrededor de 100 videos pornográficos, todos con menores de 2 años, incluso más explícitos que los que él protagonizaba con su hija. Estas imágenes correspondían a terceros y eran las que distribuía a través de la plataforma Discord, según fuentes del caso citadas por ABC.
Este fue el punto de partida para la segunda operación, llamada Operación Renacere. Los agentes confirmaron que al menos en dos videos aparecía Santiago abusando sexualmente de su propia hija, ya que compararon elementos como el carrito de bebé y el sofá de la casa con los que habían visto en el registro anterior en diciembre.
El caso se judicializó y el 31 de agosto, la Unidad Central de Ciberdelincuencia volvió a arrestar a estos padres. En ese momento, la pareja vivía en Pinto, a 20 kilómetros al sur de la Puerta del Sol, y ambos trabajaban en un restaurante.