Cuenta la leyenda que durante el reinado de Wiracocha (gobernante Inca),el imperio se encontraba amenazado por los Chancas (una etnia rival). El inca no tenía el valor de enfrentarlos, su menor hijo Pachacuteq trato de persuadirlo para combatirlos, pero este no aceptó por temor.
Gira tus fotos y verás el perfil de un líder inca que no se quiso ir de este mundo
Pachacuteq se armó de valor y enfrentó a los Chancas, batalla de la cual salió vencedor y como ofrenda a su padre llevó el cuerpo inerte del líder enemigo.
Wiracocha sintió envidia y no lo recibió de buena manera; lo echó del lugar advirtiendo que le impediría ser el futuro gobernante del imperio inca (Todo esto por su predilección hacia su hijo mayor Inca Urco).
Pachacuteq sintió tanta ira por lo sucedido que en un acto de soberbia y rebeldía acabó con la vida de su hermano mayor y despojó del poder a su padre, autoproclamándose gobernante del Imperio Inca.
Desterró a su padre, Wiracocha, a la Casa Real de Tipón alejado de todo lo que amaba y sin poder salir al exterior.
Pachacuteq como gobernante mandó a edificar Machu Picchu sobre la única montaña que ofrecía el lugar, ya que entonces no existían las montañas que hoy se observan a espaldas del recinto inca.
Pasado los años Wiracocha murió y su cuerpo embalsamado fue ubicado en un templo dentro del ya construido recinto de Machu Picchu.
SU ROSTRO, UN ENIGMA
El espíritu de Wiracocha pasó al reino de uku pacha (mundo de los muertos),la ira que todavía sentía lo llevó a tomar la decisión de escapar al kay pacha (mundo de los vivos),él quería recriminar a su hijo por desterrarlo y haber asesinado a su hermano mayor.
Los dioses que reinaban el uku pacha atraparon a Wiracocha en su huida cuando éste tenía parte del rostro en el mundo de los vivos.
Como castigo por su imprudencia y osadía convirtieron el rostro del inca en montañas, las que hoy se aprecian detrás del recinto inca de Machu Picchu. Así se crea que esta historia es una leyenda, lo que es totalmente cierto que las ruinas (vistas volteadas, semejan el rostro de un inca)
HISTORIA
Machu Picchu es uno de los yacimientos arqueológicos e históricos más importantes de la Humanidad. Su nombre significa “Montaña Vieja” y es una ciudad construida a casi 2.500 metros de altitud, en plena cordillera Central entre las montañas de Machu Picchu y Huayna Picchu.
En esta ciudad entre los años 1438 y 1470, se cobijó el inca Pachacútec, noveno inca del Tahuantinsuyo y, posiblemente, tuvo un uso ceremonial, religioso, aunque también se apunta a que podría ser una especie de fortaleza. Sea como fuere es todo un prodigio de construcción a esa altura desde donde se observa un magnífico paisaje.
La ciudadela tiene unas medidas impresionantes: 530 metros de largo por 200 a ancho y más de 170 edificios. Pero muchos serán los que recuerden aquella imagen que dio la vuelta al mundo durante los años 2009 y 2010, y en la que se mostraba el rostro de un inca “tallado” en la montaña.
GIRA LAS FOTOS – OBRA EXTRATERRESTRE
La imagen fue portada de revistas especializadas y alguna sección en conocidos diarios. Incluso, aquellos que dieron crédito a la misma, dijeron que no era obra humana sino debía ser obra de civilizaciones más avanzadas o extraterrestres.
Lo que sucedió fue que muchos visitantes se dieron cuenta de que al girar las fotos que se tomaban en el idílico sitio, las montañas crean una ilusión óptica muy singular. Las dos montañas principales crean la ilusión de la cara de un Inca mirando hacia el cielo boca arriba. Tras descubrir esto, muchos visitantes trataron de sacar fotos de todos los ángulos posibles. Lo que descubrieron fue que en todas y cada una de las fotos, la cara del Inca aparecía sin distinción
Realmente si es cierto de que las ubicaciones de las montañas dan un parecido al perfil de la cara de una persona, sin embargo, la foto donde se aprecia claramente un rostro inca es una imagen adulterada donde se exageran de una manera muy evidente los rasgos y detalles dentro de lo que sería la cara del inca.
Es una maravilla y un enigma de la ciudad, no se sabe si la forma fue hecho a propósito como parte de la construcción de Machu Picchu por parte de los incas, o meramente una misteriosa coincidencia por parte de la naturaleza.
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