Super Mensajes

Este es otro de los perturbadores casos que conmociono a todos y sigue sin ser resuelto. En el 2019, en México, se produjo un suceso terrorífico en un centro escolar de la Ciudad de México. Un sonido repentino se produjo en un aula, y acto seguido una de las alumnas, Aideé Mendoza, cayó rendida al suelo.

Podría tratarse de un feminicidio, pero nunca se encontró culpables

Posteriormente, se comprobó que ese extraño sonido procedía de un disparo, de forma que una bala había atravesado el pasillo hasta impactar en el cuerpo de la joven.

El ataque resultó letal, ya que Aidée perdió mucha sangre y falleció antes de poder recibir atención hospitalaria. Al día de hoy, continúa sin saberse con exactitud qué ha sucedido y quién es el culpable del asesinato, ya que los testigos de la escena afirman no haber visto u oído nada sospechoso.

 

LOS HECHOS

Ocurrió en mayo del 2019 por la tarde, a plena luz del día y en un lugar inesperado: en medio de un aula universitaria.

Una estudiante de 18 años identificada como Aideé Mendoza Jerónimo recibió un balazo que acabó con su vida mientras asistía a una clase de matemáticas en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),en donde planeaba estudiar ciencias forenses, según dijeron sus familiares.

El caso está siendo investigado, pero se sabe que el disparo, de un arma de fuego, atravesó el salón de clases. Ernestina Godoy, procuradora general de justicia de la capital mexicana, dijo en una entrevista con la cadena Televisa que el disparo que mató a Aidée salió de la misma aula. El cuerpo de Aideé fue trasladado a una clínica, pero murió poco después.

Leer también [Asesino brasilero recibió 128 años de prisión por sus crímenes]

POSIBLE FEMINICIDIO

“Hemos activado el protocolo de investigación en feminicidios”, dijo Godoy en la entrevista, y también en Twitter. “Estamos buscando cualquier indicio y estamos atendiendo a la familia. Es una situación muy complicada y dolorosa para todos”.

Además, explicó que se realizaron entrevistas “a los nueve o diez jóvenes que se encontraban en el aula” y que ya declaró el profesor.

Según Godoy, el maestro dijo haber escuchado unos ruidos, aunque no fueron muy fuertes, y pensó que la joven había sufrido un desvanecimiento antes de darse cuenta de que se trataba de algo más trágico.

Aideé vivía en Iztapalapa, una humilde zona en el oriente de la Ciudad de México, y su familia es originaria de Tempexquixtla, Puebla, una comunidad indígena de unos 300 habitantes.

Leer también [Grandes historietistas brasileños en Lima]

LAS INVESTIGACIÓN DESPUÉS DE UN AÑO

Los dictámenes de balística hechos por especialistas del Instituto Politécnico Nacional, la Fiscalía de Justicia Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y servicios periciales de la Fiscalía, confirmaron que la bala fue disparada en el patio del centro de estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),hasta impactar en el costado del cuerpo de Aidée que se encontraba en un salón del primer piso del edificio P. La joven de 18 años, murió camino al hospital.

La fiscal Ernestina Godoy Ramos informó el 11 de diciembre de 2019 de la detención de un hombre quien presuntamente robó un arma de 9 milímetros a un policía preventivo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y desde la cual, se habría hecho el disparo. Sin embargo, no tuvieron elementos ni testigos para demostrar que el sujeto disparó el arma.

El hombre fue aprehendido 15 días después del hecho -que ocurrió el 29 de abril- pero sin pruebas no pudo ser vinculado a proceso. Hoy la pregunta es la misma ¿Quién asesinó a Aideé Mendoza Jerónimo?

 

FAMILIA NO PIERDE LA FE

Gilberta Mendoza, tía de Aidée, a un año del crimen, manifestó en entrevista que la familia mantiene confianza en la recompensa para encontrar al responsable. El Acuerdo FGJCDMX/16/2020 que publicó la Fiscalía capitalina estipula que de localizarse, identificarse o poner a disposición de la persona o personas responsables de la muerte de Aidée, entregarán el monto que asciende hasta dos millones de pesos.

Dicha recompensa fue una demanda que planteó Gilberta en la última marcha del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Acompañada de otras familias que han perdido algún ser querido por la violencia latente en la UNAM. Mendoza externó que el incentivo podría funcionar como en el caso de Fátima, la niña de 7 años víctima de feminicidio en la ciudad.

Mendoza dijo tienen esperanzas en acercarse a la verdad y justicia a pesar del tortuoso camino enfrentado este año.

Entre la opacidad de información y las amenazas que ha recibido la familia contra su integridad. Hoy, todavía no logran tener una representación legal adecuada frente a un caso plagado de interrogantes, mencionó.

 

SIGUEN LAS INCÓGNITAS

Respecto a este caso existen dos hipótesis, una que el disparo se efectuó desde afuera del plantel y otra que fue desde el interior. Para aclarar esta situación, la Fiscalía General de Justicia solicitó a distintas instituciones que se llevaran a cabo peritajes de balística, para determinar la trayectoria que siguió la bala que privó de la vida a la adolescente de 18 años.

En total fueron elaborados cuatro dictámenes distintos, uno de ellos fue elaborado por la UNAM, el cual difiere a lo que quedó asentado en los restantes, los cuales determinaron que el disparo se hizo desde afuera del plantel que está ubicado en la alcaldía Iztapalapa y a unos metros de un campo de tiro de la Marina.

De acuerdo con los testimonios que fueron enexados a la carpeta de investigación, nadie escuchó la detonación; únicamente las 15 personas que se encontraban a un lado de la joven refirieron haber escuchado un ruido similar al de una botella al abrirse.

Aquel día los familiares y los amigos de la víctima acusaron negligencias por parte del personal médico de la institución educativa, a quienes señalaron de haberse tardado en darle atención a la joven y que la ambulancia tardó en llegar.

 

¿CÓMO ERA AIDEÉ?

Quienes conocieron en vida a Aideé aseguran que la joven encontró en la Iglesia un pilar, desde hace seis años, alentada por su padre Julio Wenceslao, un panadero y músico que prefería no ir a la congregación, y por su madre Ángela, quien trabaja en una tienda de abarrotes y con quien Aideé asistía regularmente a la Iglesia de Jesucristo de los Últimos Santos, donde la joven descubrió su gusto por la música y por tocar el piano.

Los amigos de la Iglesia recuerdan a Aideé Mendoza Jerónimo como una joven apasionada y disciplinada por cada cosa que se proponía, como ir a la congregación, sus estudios o el grupo de scouts al que pertenecía.

“Aideé era una chica muy tranquila y estudiosa, no era una chica problema”, dijo Raphael González, un compañero de clases de la joven en el CCH Oriente.

La entrada El caso de la universitaria que murió de un balazo en plena clase se publicó primero en El Men.