“El M-19 ha dado dos presidentes en América”, declaró Petro cuando viajó a México para acompañar la toma de posesión de Sheinbaum.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha reiterado su apoyo al M-19, el grupo guerrillero al que perteneció en su juventud, destacando su historia y legado ante otros líderes de izquierda latinoamericanos. Si bien ya había aludido a este vínculo de manera metafórica en octubre durante la toma de posesión de la mexicana Claudia Sheinbaum, esta semana lo hizo de manera literal al entregar una bandera del M-19 al expresidente uruguayo José Pepe Mujica, en un acto simbólico de camaradería y reconocimiento mutuo.

Petro viajó a Uruguay para condecorar a Mujica con la Cruz de Boyacá, la más alta distinción otorgada por el Estado colombiano, destacando su labor como defensor de la paz y promotor del diálogo. La ceremonia se celebró en el jardín de la humilde casa de Mujica en las afueras de Montevideo, donde Petro entregó la bandera azul, blanca y roja del M-19. Durante este emotivo momento, el expresidente uruguayo, de 89 años, quien fue parte del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, expresó su agradecimiento con un «Gracias, hermano».

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Ambos líderes compartieron la reflexión sobre cómo, en su juventud, tomaron la decisión de abandonar las armas al comprender que la paz era lo más importante y lo más revolucionario que podían ofrecer a sus sociedades. Esta imagen y declaración simbolizan un mensaje de reconciliación y la transición de la lucha armada hacia la construcción de paz en América Latina.

“Decidimos que nuestra lista a la Asamblea incluyera, no solo a antiguos miembros de nuestra organización incorporada a la vida democrática, sino a muchos otros sectores de la vida política colombiana”, recuerda Navarro en su libro Una asamblea que transformó el país. Había figuras liberales, conservadoras, de izquierda, académicas, de la cultura e incluso del deporte.

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