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El 31 de agosto se publicó la edición N° 56 del semanario El Búho. Aquí se analiza los distintos escenarios en una probable erupción del volcán Misti, exponiendo la importancia que exista un plan de contingencia ante esta posibilidad en Arequipa.

El volcán Misti, legendario apu de la Ciudad Blanca, puede convertirse por un capricho de la incontrolable naturaleza, en su más cruel castigador. Aunque las probabilidades de producirse una erupción que conlleve a la destrucción de Arequipa son bastante remotas, no existe un plan de contingencia que permita tomar medidas efectivas que impidan una desgracia. Tal como ocurrió con el terremoto último.

Redacta: Jorge Álvarez Rivera

Un volcán no es una máquina de producir erupciones, sino más bien el resultado de una o varias erupciones pasadas. Esta aglomeración de abruptos estallidos que ocurrieron hace miles, incluso millones de años. es aquella majestuosa formación cónica que se enseñorea imponente desde la inmensidad del paisaje local: El Misti.

La población de Arequipa sigue creciendo en proporciones alarmantes. La densidad demográfica aumenta desproporcionadamente y no existe forma de contener ese avance. Los pobladores construyen sus residencias sin ningún tipo de planificación ni permisos del gobierno edil. Debido a este hecho, irresponsablemente, muchas personas han optado por habitar los sectores más cercanos al volcán, sin tomar en cuenta el riesgo, que (aunque relativamente remoto) existe.

Aunque en Arequipa, las prioridades que se tienen en torno a desastres naturales son las de inundación y sismo, al ser el primero un hecho inevitable, por lo menos una vez al año, mientras que los terremotos son relativamente frecuentes por encontrarnos en una zona de riesgo frente a los reacomodos de la placa de Nazca; no existen planes de contingencia frente a una eventual actividad volcánica.

Sin embargo, la probabilidad de una eventual erupción del volcán Misti, no es un hecho para tomar a la ligera, teniendo en cuenta que éste no se encuentra apagado o dormido, sino en actividad, la cual, incluso, ocasiona las fumarolas que han alarmado a la población en días pasados.

Tipos de erupción

Los volcanes peruanos emiten magmas ácidos los cuales generan las denominadas erupciones explosivas. Dentro de esta categoría existen tres principales modos de erupción: la peleana, pliniana y la vulcaniana.

En nuestra localidad, las erupciones más frecuentes son las vulcanianas. Estas son de una magnitud bastante baja con respecto a los otros tipos de erupción, ya que consiste en pequeñas explosiones que generan columnas de ceniza que pueden llegar a medir varios kilómetros. Además, el área que se ve afectada por esta reacción es bastante restringida y se limita a la zona del volcán, aunque el viento puede llevar las cenizas a bastantes kilómetros a la redonda.

Sin embargo, por ser fenómenos que no pueden predecirse, y de una naturaleza bastante variada, existe también la posibilidad de que se produzcan otro tipo de erupciones que conllevarían a una catástrofe como nunca ha existido en la histona de la ciudad.

Por ejemplo, la erupción peleano, tiene como característica la presencia de una nube piroclástica, la cual contiene gran cantidad de gases y fragmentos de lava que descienden como una avalancha por las laderas del volcán, llegando a velocidades que superan los cien kilómetros por hora. A este tipo de fenómeno se le conoce como nube ardiente, ya que su temperatura está por encima de los 200 grados centígrados, lo que produce una calcinación inmediata de todo aquello que se encuentre a su paso. Fue este tipo de nube la que provocó las muertes y posterior petrificación de los ciudadanos de Pompeya cuando erupción el Vesubio en el año 79.

La erupción pliniana, por su parte, consiste en la formación de una columna de material eruptivo que puede llegar a medir hasta 40 kilómetros. En su punto mas alto, se empieza a formar una cúpula, similar al “hongo atómico” que finalmente puede derivar en una lluvia de piedra pómez y ceniza, afectando las zonas aledañas al volcán.

El Misti, peligros guardián

Según los arquitectos Catherina Martin y Mauricio Huaco, el principal riesgo ante una eventual erupción es la falta de un plan de emergencia que permita una rápida y efectiva evacuación de los habitantes de la ciudad. Martin afirma que al parecer, Arequipa es la ciudad que posee zonas de vivienda más cerca del cráter de un volcán en todo el mundo.

Efectivamente, debido al desmedido crecimiento demográfico de Arequipa, existen ya viviendas ubicadas a 9 kilómetros del cono volcánico, lo cual incrementa el riesgo de perder vidas humanas ante la eventualidad de una erupción.

Otro punto importante es que estas personas viven en completa informalidad por lo cual se hace casi imposible un empadronamiento u otro tipo de censo para determinar la cantidad de pobladores y las condiciones de vida en las que se encuentran.

Por ser un desastre natural impredecible, incluso en sus formas y tipología, los expertos como Martin y Huaco sólo pueden realizar estudios en base a escenarios donde se evalúan los efectos de una erupción en tres condiciones.

La primera es el escenario 1, es decir una erupción de baja magnitud que simplemente producen las conocidas fumarolas y algunas emanaciones de gases tóxicos que si bien no llegan a ser extremadamente peligrosos para los arequipeños, afectan las zonas cercanas al volcán dedicadas al agro y pastoreo de animales, los que se ven afectados por la ceniza que cae sobre las hierbas que consumen, causándoles incluso la muerte. El segundo escenario presenta una erupción moderada, la cual arroja material volcánico en cantidades bastante regulares, y por la fuerza pueden llegar incluso hasta el área de Miraflores. El tercer escenario es de la erupción fuerte y destructiva, que arrasa con todo aquello que encuentre a su paso.

Actualmente el Instituto Geofísico el Perú (IGP) tiene instalado un sistema de monitoreo en el Misti que les permite tener informaciones sobre la actividad interna del volcán. Sin embargo, no existe aún una forma de anticiparse a las erupciones.

En Arequipa hasta la fecha no se ha realizado ninguna actividad tal como simulacros o charlas de capacitación que orienten a los ciudadanos sobre las acciones que deben tomar en caso de producirse una erupción volcánica. Es cierto que las posibilidades son bastante remotas, sin embargo lo imprevisible de este tipo de desastre lo hace un tema que debe tratarse con toda responsabilidad.

Crónica de una erupción imaginaria

Los pequeños sismos han alertado a la población y la continua presencia de fumarolas sobre el cráter del Misti hacen verdaderamente aterradora la posibilidad de una inminente erupción.

Desgraciadamente. las autoridades no tienen un plan de contingencia para este tipo de casos por lo cual, la única medida a tomarse es la evacuación de la ciudad. Sin embargo, los arequipeños en su gran mayoría se rehúsan a abandonar sus hogares por miedo al saqueo además de querer llevar consigo todas sus pertenencias.

Esta situación puede prolongarse por varios días, donde incluso parecerá que el peligro ya ha pasado y las actividades comenzarán a normalizarse.

Se ha calculado que el parque automotor de Arequipa tiene unos 70 mil vehículos, los cuales formarían una cola de 60 kilómetros, teniendo como única vía de escapatoria a la variante de Uchumayo. la cual lleva directamente a la carretera Panamericana.

Es aquí donde el volcán hace una inesperada erupción. El domo de lava comienza a rebalsarse por el lado de la ciudad ya que la parte más pequeña del cráter del Misti es precisamente la que está mirando a la ciudad, Este desmoronamiento viene seguido de un flujo piroclástico que en 10 minutos ha arrasado con los pobladores que habitaban en las laderas del volcán. Mientras, la lava se desplaza lentamente sobre las faldas y utiliza las zonas del Huarangal y San Lázaro como cauce. El mismo caudal del rio Chili sirve como vía para que llegue a la ciudad. La represa de Agua da Blanca no tiene salvación.

Los distrito de Miguel Grau y Alto Misti son las siguientes víctimas de la nube piroclástica, mientras las piedras comienzan a caer sobre el centro histórico.

A 17 kilómetros del cráter se encuentra ubicada la Plaza de Amas donde el congestionamiento de tránsito es espantoso. Defensa Civil y la policía no puede hacer nada para evacuar ordenadamente a los arequipeños ya que no existe un mapa de riesgo, por lo que no saben que zonas son las mas vulnerables ante la erupción.

Los autos que llegaron a la variante de Uchumayo, se encuentran inmovilizados y los pocos que pudieron salir podrán ver como la nube ardiente baja velozmente carbonizando cada kilómetro de la ciudad. Rápidamente, la oscuridad se apodera de todo ya que la nube de restos volcánicos ha cubierto en su totalidad a la Blanca Ciudad que ahora luce sumergida en un océano de ceniza.

Gracias a Dios, no hay relación

Un temor bastante generalizado es el de que un fuerte sismo active (o reactive) un volcán. Sin embargo no existe una prueba fehaciente que demuestre este hecho. Por lo tanto, no existe una relación entre un fenómeno y el otro. El sismo que sacudió nuestra ciudad el pasado 23 de junio no ha causado ninguna alteración al normal “funcionamiento” del Misti.

La frecuencia de que una catástrofe como la erupción de un volcán es bastante remota. Sin embargo, al ser Arequipa una zona de alto riesgo, por concentrar alrededor de un millón de habitantes, los cuales, al no existir un mapa de riesgo ni un plan de contingencia en caso de este tipo de emergencia, simplemente estaríamos a merced de las fuerzas de la naturaleza.

Imaginemos una erupción del Volcán Misti

¿Qué pasaría en Arequipa?

Redacta: Catherina Martin Valdivia

En los años noventa, el Instituto de Investigación para el Desarrollo y la Universidad Blaise Pascal de Francia realizaron estudios acerca de las características del emblemático volcán de Arequipa. Los estudios concluyeron que no existen muchos datos históricos acerca de las erupciones volcánicas del Misti, por lo que el conocimiento de dicho volcán se basa en investigaciones científicas a nivel geológico y geomorfológico. Comparativamente, el Misti es un volcán semejante en estructura y comportamiento al Vesubio de Italia, que devastó la ciudad a sus pies en los años sesenta, con una erupción rápida de gran magnitud.

¿Puede haber una erupción del Misti? En principio, sí, porque se trata de un volcán en actividad. Lo que no se puede determinar es cuándo, ni la magnitud de esta erupción. El conocimiento científico que existe del Misti como volcán activo permite la elaboración de tres probables escenarios de erupción volcánica (planteamientos de probables erupciones del volcán en términos de magnitud o intensidad y frecuencia). Dichos escenarios se basan en

-Datos históricos de eventos pasados.

 -Áreas afectadas por eventos anteriores identificados por muestras de suelo.

-Población que podría ser potencialmente afectada por una erupción del Misti.

Basados en fuentes históricas, la última erupción del Misti de baja magnitud fue en el siglo XV. Las muestras de suelo hechas en Arequipa corroboran estas crónicas pero también demuestran que la última erupción de alta intensidad data de hace 2000 años. La ciudad está asentada sobre parte de estos vestigios localizados principalmente en las áreas de las torrenteras del Huarangal en el distrito de Mariano Melgar y la torrentera de San Lázaro en los distritos de Miraflores y Alto Selva Alegre, pero también se encuentran indicios a 50 KM. a la redonda del volcán.

De acuerdo a estos vestigios los elementos más peligrosos de una erupción del Misti serían los llamados flujos piroclásticos, que son flujos de lava con fragmentos de rocas volcánicas deslizándose a gran velocidad por el cono del volcán. Este material piroclástico candente es expulsado desde el cráter y puede contener desde polvo hasta masas de roca. Vestigios de estos flujos se pueden observar en el área de Miraflores, Alto Selva Alegre, Miraflores, Characato, etc.

A este flujo hay que sumar los de Iodo o su versión más crítica: el flujo de Lahares, que arrastra no sólo lodo sino agua de los deshielos y piedras a menor temperatura, en vertiginoso descenso por las pendientes del volcán. Y, también, la caída de Tefras: mezcla de gases volcánicos y ceniza, caliente y densa, que según las corrientes de aire bajan por los flancos del volcán asentándose a lo largo de la superficie de la ciudad. Las Tefras son producidas por la desintegración de lava dentro del cráter.

Ahora imaginemos 3 diferentes escenarios de una erupción volcánica para determinar los probables impactos en la ciudad.

Escenario 1 Las características serian baja magnitud y alta frecuencia Este escenario está basado en la erupción del siglo XV. Una erupción de baja intensidad o magnitud significa que la erupción no tendría suficiente intensidad para que los flujos piroclásticos salgan despedidos del volcán. De acuerdo a las muestras de suelo y dirección de vientos predominante en el área, la cuida de cenizas y tefras podría llegara cubrir una distancia de 23 Km. aproximadamente alrededor del cráter con un espesor entre 1 a 10 cm. Afectarían a toda la población y los cultivos, pero sin daño mortal.

Escenario 2: Imaginemos una erupción de moderada magnitud y frecuencia, es decir que la columna volcánica no colapsaría, pero los canales de lava y flujos piroclásticos afectarían probablemente parte de la ciudad. Si no se elaboran y ejecutan los planes de evacuación, llegado el caso, los daños serían muy graves sobre todo en la margen izquierda del rio Chili.

El flujo de Lahares, que arrastra no sólo lodo sino agua de los deshielos y piedras a menor temperatura, en vertiginoso descenso por las pendientes del volcán

Escenario 3: Equivaldría a una explosión como la que dio origen, hace unos 14 mil años, al cono del actual volcán. La erupción sería de máxima magnitud y menor frecuencia. Por el tipo de cono del volcan Misti, con pendientes empinadas, además de la probable influencia de un movimiento sísmico, produciría el colapso de un flanco. Este tipo de colapso de flanco es una de las mayores amenazas volcánicas, debido a que produciría volúmenes mayores a 10 Km3 de materiales desplazándose a velocidades superiores a 100 Km. por hora. ¿Tendríamos tiempo para evacuar? Teóricamente, si. Pero ¿cuán preparados estamos para implementar acciones de evacuación en pocas horas y por sólo una o dos vías (variante de Uchumayo, carretera de Tiabaya) para abastecer a una población con cerca de un millón de habitantes con un parque automotor de 70 mil unidades?

Ante esta contingencia, poco probable, pe-ro imposible de descartar, es indispensable lograr un plan de evacuación racional y ejecutable donde la población reciba información real y objetiva sobre los probables impactos. También que las autoridades coordinen la implementación de los planes y acciones de evacuación.

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La entrada #Hace20Años ¿Y si erupciona el Misti? Nulo plan de contingencia aparece primero en El Búho.