La celebración por el Día Nacional del Emoliente se realizó en la Plaza Las Américas del distrito de Cerro Colorado, donde se reconoció la ardua labor de los trabajadores emolienteros del distrito. A esta actividad, asistieron representantes de la Asociación de Vendedores de Emolientes, Quinua, Kiwicha y Maca (Avekipa).

El emoliente peruano y demás bebidas tradicionales, son emblemáticas para la ciudad de Arequipa y para el país en general. Con esta actividad se busca destacar el trabajo de los emolienteros, por ese motivo la municipalidad brinda capacitaciones regulares a los trabajadores para brindar un mejor trabajo y contar con el distintivo de esta bebida bandera.

El emoliente, bebida bandera en Arequipa y el resto del país

El emoliente, reconocido como una de las bebidas tradicionales más emblemáticas del Perú, tiene sus raíces en las prácticas medicinales de las culturas prehispánicas. Aunque su forma actual es resultado del mestizaje colonial.

Originalmente, los pueblos indígenas preparaban infusiones con hierbas autóctonas como el matico o la muña para tratar dolencias digestivas y respiratorias. Con la llegada de los españoles, se incorporaron ingredientes como la cebada —traída de Europa—, que se convirtió en la base de la receta moderna. Para el siglo XIX, el emoliente ya era popular en Lima como remedio casero, mezclando hierbas, cortezas (como el palo de boldo o llantén) y semillas como la linaza, adaptándose a los recursos disponibles en cada región.

Hoy, el emoliente se consume en todo el país, especialmente en zonas urbanas. Aquí es común encontrarlo en puestos callejeros, servidos caliente con un toque de limón y miel de abeja. Según investigaciones del Instituto Nacional de Salud (INS), su fama como bebida “curativa” se debe a propiedades atribuidas a sus ingredientes. Estos son la cebada es digestiva, el llantén antiinflamatorio y la linaza fuente de fibra.

Su preparación artesanal y venta ambulante —con vendedores llamados emolienteros— reflejan una tradición viva que resiste a la modernidad. Documentado en estudios como los de la Universidad San Martín de Porres, el emoliente sigue siendo símbolo de resiliencia y sincretismo, uniendo historia, salud y cultura en cada taza.

A través de capacitaciones y operativos de fiscalización, se busca que en Cerro Colorado tenga un mayor reconocimiento a los microempresarios y generadores de empleo productivo. Estas actividades se realizan constantemente para brindar un mejor servicio y garantizar un mejor desarrollo económico.

El gerente de Desarrollo económico,  mencionó que esos trabajos de fiscalización se están realizando para integrar a los pequeños emprendimientos dentro de la ley como un producto bandera. Además de las capacitaciones, es necesario continuar con las fiscalizaciones y el proceso de empadronamiento a los puestos en el distrito.

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