Jorge Jáuregui, experto en temas electorales, advirtió que la cifra repartidora, que aplica criterios matemáticos para la asignación de curules en el Congreso, unida a la valla electoral, seguirá creando mayorías artificiales en este poder del Estado.
PARLAMENTO DESCONECTADO
Refirió que, gracias a la combinación de esos factores, una agrupación, como Fuerza Popular, que alcanzó 36.338 % de votos válidos en la primera vuelta del 2016, terminó con una mayoría casi absoluta en el Congreso.
En ese sentido, consideró que la reforma electoral avanzó en ciertos aspectos, pero mantuvo reglas que no contribuyen a tener un Parlamento representativo y conectado a los electores.
“El Perú necesita cambios para que el poder Legislativo esté más contralado por el ciudadano”, enfatizó.
En su opinión, entre lo más destacado de la reforma electoral y que marcará una diferencia entre los comicios del 2016 y 2021 figuran las elecciones internas de las organizaciones políticas, y la paridad y alternancia de género en las listas de candidatos.
Destacó la organización de los comicios internos por parte de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe),siguiendo un cronograma uniforme a nivel nacional aprobado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). No obstante, consideró que la elección por delegados desnaturalizó un poco el proceso por la cercanía que podrían tener a la dirigencia del partido.
En el caso de la paridad y alternancia, refirió que la medida es saludable para contar con un Parlamento con un número equilibrado de congresistas mujeres y hombres; aunque en este caso, tal como señalaron otros especialistas en el tema, su impacto se verá limitado sin eliminar el voto preferencial.
CONTINÚA EL MISMO RIESGO
El analista político Carlos Monge manifestó a Diario UNO: “Ese mecanismo de la cifra repartidora la anterior elección congresal creó una situación absurda, un partido como Fuerza Popular que ganó el 30 por ciento del voto resultó con el más del 50 por ciento de la bancada congresal y pudo ejercer de manera abusiva una mayoría artificial. No fue una expresión real de la voluntad ciudadana, eso no se ha revisado y se corre el mismo riesgo”.
“Me da la impresión que en esta elección la competencia está más pareja, porque si uno considera que las empresas serias tienen un 3 por ciento de margen de error entre el 11 por ciento de Lescano, el 8 por ciento Verónika, Keiko y el 7 por ciento de Urresti y López Aliaga, hay una especie de empate técnico entre todos. Cierto es que la tendencia de algunos es a subir y otros a caer, entonces no pareciera que haya la posibilidad que algún partido tenga una mayoría en el Congreso”, destacó.
“Más bien lo que creo habrá es una enorme fragmentación, incluso mayor que la de ahora, porque van a tener hasta 8 bancadas del mismo tamaño, entonces a cualquiera que gane la presidencia en la segunda vuelta les será difícil gobernar”, advirtió.
Fuerza Popular tuvo una inmerecida mayoría en el Congreso pasado.
TODO SE DEFINE AL FINAL
Según Monge: “En la elección presidencial del 2016 la revelación periodística de los vínculos de Joaquín Ramírez con el narcotráfico, por las denuncias e investigaciones en curso de la DEA fue un golpe muy duro contra Keiko Fujimori en las dos semanas finales de lo cual no se pudo reponer”.
“Cierto es que cuando hay carreras muy apretadas, cualquier cosa que un candidato haga, le hagan desde fuera, desde la opinión pública, los medios de comunicación, el Poder Judicial, la Fiscalía puede inclinar la balanza en elecciones muy apretadas”, agregó.
El analista político resaltó: “Lo extraordinario de este caso y así ha sido en todas las elecciones pasadas a estas alturas del partido, ya casi a un mes de la elección, no hay candidaturas con ventaja clara que vayan a segunda vuelta, están todos atracados en el 10 y 11 por ciento”.
“Y eso hace todo muy peligroso, porque tienes un enorme margen todavía de voto indeciso, con mucha gente que va a decidir en la cola de la votación. Tienes a todos en empate técnico y cualquiera puede destacarse por medio punto”, subrayó.