Super Mensajes

Ya se encuentran en nuestro territorio las primeras 40 toneladas de oxígeno que importamos de Chile. Agradecemos la disposición del hermano país del sur de apoyarnos con esta provisión, que se repetirá cada semana durante toda la emergencia sanitaria, ha dicho el presidente Francisco Sagasti. No obstante ello no viene a solucionar el problema de la falta de ese importante insumo médico, pues se trata de una medida de emergencia ante la falta de previsión por parte de las autoridades sanitarias.

Acaso no era previsible que el oxígeno medicinal se iba a terminar en algún momento porque las camas UCI estaban funcionando a su total capacidad. Los hospitales ya no recibían más pacientes, pero conocían que muchas personas debían conseguir oxígeno por cuenta propia para atender en sus hogares a algún familiar contagiado por el virus. De esa manera, la demanda se iba a incrementar desbordando la capacidad de la industria que produce el oxígeno medicinal.

Hay que reconocer que no se ha aprendido nada de la primera ola. Tenemos que admitir que nuestras autoridades ni siquiera han hecho un esfuerzo por seguir el ejemplo de la Iglesia Católica que se ha puesto del lado de los pacientes y sus familiares poniendo en práctica ese dicho que dice: A Dios rogando y con el mazo dando. Ha organizado colectas que ayudaron a comprar dos plantas de oxígeno, y también se han agenciado de manómetros para prestarlos a la gente de escasos recursos a fin der que puedan suministrar el oxígeno a sus familiares enfermos.

Habría que preguntarse si el Gobierno carece de asesores capaces de anticipar que podía ocurrir un desabastecimiento de oxígeno. O es acaso falta de sensibilidad social de parte de nuestras autoridades. Es necesario, pues, que nuestros gobernantes se pongan las pilas y trabajen en beneficio de todo el país y no de grupos de intereses. Hay que poner orden en muchos aspectos.