Super Mensajes

Los medios de prensa mistianos revelaron ayer que el Gobierno Regional de Arequipa tiene contratado a un funcionario sentenciado por corrupción y que le ha encargado nada menos que la presidencia suplente de un concurso por más de 7 millones de soles, que ha acabado en un escándalo. 

Noticia triste porque los tres últimos gobernadores tienen problemas con la justicia: Juan Manuel Guillén, está condenado por colusión, Yamila Osorio  es investigada por la Fiscalía por presunta colusión con una empresa para la construcción de la variante de Uchumayo y Élmer Cáceres Llica purga prisión por haber sobornado a sus consejeros regionales, con lotes de terreno. Ahora, la actual gobernadora Kimmerlee Gutiérrez se suma a la lista de las autoridades cuestionadas. 

Su caso es especialmente grave porque pone en riesgo el mayor proyecto de desarrollo de la región: la irrigación Majes-Siguas. De acuerdo al contrato de concesión con la empresa  Cobra, el Gobierno Regional tiene la obligación de entregar el sistema hidráulico en perfecto estado de operación, lo que no ocurre ahora porque la presa de Condoroma filtra y los túneles están sin mantenimiento. Se requiere, por ello, un diagnóstico altamente especializado que debe ser realizado por una empresa de primer nivel.

En lugar de ello, la gobernadora Gutiérrez  ha realizado un concurso que ha tenido como único postor a un consorcio recién formado, carente de experiencia en presas de envergadura  y con unos términos de referencia técnicamente discutibles, al grado de que ninguna empresa seria aceptó postular. Es decir, que está viciado de nulidad.

Tanto así que, para entregar la buena pro, la gerencia regional designó a Héctor Modesto Mamani Titi, quien el pasado 2 de noviembre fue condenado por la Corte Superior de Puno a la pena de cinco años de pena privativa de la libertad efectiva, por el delito de negociación incompatible. Hoy la Contraloría investiga por qué razones la gobernadora Gutiérrez incurrió en ese error tan burdo. “¡Era su última oportunidad!”, comentan socarronamente los funcionarios.