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En noviembre de 2022 funcionarios de Emape, ATU y MML se reunieron y señalaron que observaciones no pasaban de 50.

El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, tiene un serio problema con los números. Cada vez que tiene un micrófono enfrente suelta una cifra sin verificar no solo la seriedad de la información, sino la proporcionalidad de lo que dice.

En recientes declaraciones acaba de sostener que en lo que va de su gestión “ha levantado 3 mil de las 4 mil 200 observaciones que tiene la obra Ampliación Norte del Metropolitano”, la misma que debió ser puesta en funcionamiento en abril de este año.

Como se sabe, la obra consta de 18 estaciones de pasajeros en 10.2 kilómetros de vía desde la estación Independencia hasta Chimpu Occlo en Carabayllo, que transportará unos 800 mil pasajeros por día.

¿De dónde sacó el alcalde el abultado número de 4,200 observaciones? Lo grave del asunto es que el burgomaestre tiene como asesor en su despacho nada menos que a Humberto Guzmán Quispe, quien antes de cumplir esa función fue presidente de EMAPE, institución encargada de llevar adelante la ampliación del Metropolitano.

Este funcionario precisamente se reunió el pasado 30 de noviembre de 2022 con representantes de la Municipalidad de Lima, EMAPE y ATU, con la finalidad de inspeccionar y determinar el número de observaciones técnicas del referido proyecto.

En total, dichas observaciones no pasaron de 50, todas de menor envergadura, por lo que no hay razón para que de una vez por todas se ponga en funcionamiento esta ampliación cuyos primeros planes datan de hace más de diez años.

La entrega de las 18 estaciones debía hacerse en el primer cuatrimestre del 2023. Pero hasta ahora nada; excepcto las matemáticas exponenciales del alcalde de Lima.

Esta situación ha provocado el malestar de los funcionarios del Banco Mundial, financista del proyecto, y del propio viceministro de Vivienda, Hernán Navarro Franco, quien antes de ser nombrado en esa función fue precisamente el coordinador general del proyecto Ampliación Norte del Metropolitano.

Sería interesante conocer cómo opera el razonamiento matemático del alcalde antes que convierta a Lima en una impotencia mundial.