“Las formas del amor son diversas”. Dice el dramaturgo Diego La Hoz. Premisa que está en los cimientos de Cuando el día viene mudo. Su pieza teatral que vuelve a los escenarios.
Esperando el amanecer, dos amigos de 20 años de edad notan que han dejado de ser niños. Tendrán que enfrentar una nueva historia y otras formas de amar. Se han dado cuenta de que no se conocen tanto como creían y que es necesario hablar. Aunque el silencio también es una posibilidad. Es la trama de esta obra protagonizada por Diego Bronstein y Gherson Flores.
“Se trata de esa diversidad compleja, pero a la vez humana que aborda la poesía como rito libertario. No hay amor sin poesía. Manifestación de cuerpos que son fuego y que arden en sus propias pasiones juveniles. A veces todo se torna oscuro y otras absolutamente luminoso. El silencio siempre será una posibilidad mientras el amanecer propone un nuevo comienzo”, dice Diego La Hoz, que también dirige la puesta en escena.
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EL REGRESO
Cuando el día viene mudo se estrenó en 2006. Tuvo exitosas temporadas en Lima, Buenos Aires, Arequipa, Cusco, Cajamarca y Chiclayo. Y ahora vuelve desde el 8 de junio, en el Teatro Mocha Graña (Jr. Sáenz Peña 107, Barranco),a las 8 p.m. Va los sábados y domingos, hasta el 30 de junio.
Entradas en Joinnus o al Instagram de la productora (@sorprendeteproducciones). Una producción de Sorpréndete Producciones con Ysabel Cáceda como productora general. Todo a propósito de Mes del Orgullo.
“Es un homenaje al amor sin etiquetas que ha perdurado en la memoria de muchísimos espectadores y que hoy quisiera volver a poner sobre la mesa”, explica La Hoz.
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