Samuel Chuquista, fundador de la plataforma tiquetera Vaope.com, conversó con Perú21 sobre la modernización de la cumbia, la rivalidad entre artistas del folclor y la controversia en torno a la venta de cerveza en los conciertos.
¿Qué es lo más atractivo de trabajar en este círculo?
En Perú, según las estadísticas, la cumbia es el género más escuchado. Según CPI, la cumbia es el género musical más escuchado por los peruanos en las plataformas digitales, con un 42,8% de oyentes. Al haber trabajado de cerca con estos artistas, me satisface mucho. Incluso voy a los eventos para estar en todo el tema de la organización de compra y servicio. Es un género capaz de hacer sold out. Y también se moderniza.
¿Cómo se moderniza?
Han llegado a usar herramientas digitales de forma muy óptima. En redes sociales siempre tienen videos en tendencia, tienen millones de vistas en las plataformas de streaming como Youtube y Spotify. Están entre los artistas más escuchados del país. Compiten con Bad Bunny y Shakira. La cumbia acogió rápidamente las plataformas modernas. Pasar de ahí al comercio electrónico de entradas también les favorece en la modernización.
Los grandes conciertos tienen graves problemas como la caída de las plataformas, la reventa excesiva y falsificación de entradas.
Hemos implementado mejoras técnicas en la plataforma, como el servicio de cola online en eventos masivos. En cuanto a la falsificación, la gente ha comprendido la importancia de comprar en lugares autorizados para evitar fraudes. Los casos de estafa del año pasado han disminuido. En cuanto a la reventa, nuestras entradas son nominadas y permiten una única transferencia segura a través de la plataforma en caso el comprador no pueda ir. Aunque aún existe reventa, hemos tomado medidas para evitar problemas, como compradores que no pagan hasta el ingreso al evento.
¿Cuál es la mayor diferencia entre los eventos de cumbia y los otros?
Hay una particularidad en la industria de nuestro país. Los grupos de cumbia no solo se presentan en sus eventos, sino que también los organizan. Esto se debe a que los dueños de estas agrupaciones también se dedican a la producción de conciertos. Desde los más comerciales hasta los menos conocidos.
Grupo 5 nos ha mostrado que es posible llenar el Estado Nacional en varias fechas ¿Qué es lo que cambió en el público? ¿Otros grupos podrían lograr el mismo cometido?
Grupo 5 es un caso de gran profesionalismo en Perú. Cuidan cada detalle. Su producción es impecable y profesional en todos los aspectos. Han llenado tres estadios gracias a su éxito. Su repertorio abarcaría fácilmente cinco horas. Además, fueron cautelosos de no participar en festivales como Reactívate. Han aprovechado al máximo su trayectoria de más de cincuenta años. Durante la pandemia, mi socio y yo ayudamos a artistas como Grupo 5 a realizar conciertos por streaming. Agua Marina, Corazón Serrano y Eva Ayllón están haciendo lo propio para romper barreras. Ojalá los peruanos valoren más a sus artistas y llenen más estadios.
¿Cómo son las rivalidades dentro de la cumbia?
La rivalidad en la cumbia siempre existió. Siempre hubo recelo entre los artistas por distintas razones. Como mencioné antes, los grupos organizan sus propios eventos. La competencia no es únicamente por ser el número 1 en la radio o en Spotify, sino también por el local más importante de una ciudad, por una esquina donde se pegarán afiches y por la venta de entradas. Sin embargo, creo que es una rivalidad sana. No es secreto que Grupo 5 domina todo, pero muy de cerca están Agua Marina, Corazón Serrano y Armonía 10. Grupo 5 lo ha hecho bien y los demás quieren seguir el mismo camino. Cada quien tiene su personalidad. Grupo 5 es el más taquillero, mientras que Corazón Serrano tiene más vistas en Youtube, Armonía 10 vende más cerveza y tal vez otro tiene más canciones en la radio. Cada uno tiene un posicionamiento y la competencia es bastante dinámica.
Hay casos concretos como Marisol y Tony Rosado. O Grupo 5 y Hermanos Yaipén...
Siempre hay rivalidades en cualquier sector. En algunos casos, se tratan más de rivalidades personales que profesionales. Tony Rosado y Marisol son de Chiclayo. Tienen oportunidades de tener encontronazos. Algunos deben tener temas personales por alguna frase que hayan dicho. Pero en su mayoría son de índole profesional.
Asimismo también hay una escena de cumbia underground. ¿En qué se diferencian de los grupos más conocidos?
La escena de cumbia existe hace mucho. Los artistas populares suelen tener de cuatro a ocho conciertos mensuales, mientras que los grupos emergentes tienen alrededor de veinte presentaciones al mes. A veces, ambos tipos de grupos se cruzan en festivales o como teloneros. No hay una división clara, ya que los fanáticos de la cumbia suelen disfrutar de múltiples grupos. A lo largo de mi experiencia, he descubierto artistas que se vuelven populares de repente, gracias a plataformas como Tik Tok. Cuando esto ocurre, el artista suele incrementar su precio y hace giras por todo el país. Lo underground y lo masivo están a un hit de distancia.
La semana pasada, la Sunat intervino en conciertos por un posible caso de lavado de activos. ¿Es una práctica común? ¿Hay mafias de por medio?
La organización de eventos conlleva diversos costos, como impuestos, comisiones municipales, pagos a tiqueteras y a entidades de derechos de autor. Estos aspectos deben ser evaluados y promovidos adecuadamente. Si bien el entretenimiento mueve grandes sumas de dinero y genera empleo, también existen casos de empresarios irresponsables y negligentes, así como situaciones de dinero ilícito involucrado en la producción deespectáculos. Es un problema que requiere un análisis más amplio y detallado, pero considero que las autoridades deben fomentar la formalización de eventos para evitar el lavado de dinero como opción.
¿Qué opinas de la venta de cervezas? Ha sido bastante controversial, ya que se le relaciona con la violencia en estos eventos
Es una importante fuente de ingresos en eventos, después de las taquillas. A veces es el único ingreso para un organizador porque hay eventos gratis que solamente se enfocan en el tema de licor y comida. Sin embargo, el consumo excesivo ha disminuido después de la pandemia, y el precio más alto de la cerveza ha llevado a un consumo más moderado. Además, en los eventos se ofrecen otras bebidas y se ha observado un aumento en el consumo de comida. Aunque puede significar una disminución en los ingresos relacionados con la venta de alcohol, no se considera un problema social significativo.