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Cada año, el Día Mundial de la Tierra nos brinda una oportunidad invaluable para reflexionar sobre nuestro vínculo con el planeta que llamamos hogar. Sin embargo, en la era moderna, esta reflexión va más allá de la mera apreciación de la naturaleza; se trata de un llamado urgente a la acción frente a las crecientes amenazas que enfrenta nuestro medioambiente.

Desde la pérdida de bosques hasta la contaminación del aire y del agua, las problemáticas ambientales actuales son diversas y complejas. El cambio climático, en particular, se ha convertido en un desafío importante que exige una respuesta global y coordinada. A medida que las temperaturas aumentan y los fenómenos climáticos extremos se vuelven más frecuentes, es evidente que todos, incluidas las empresas, deben asumir su parte de responsabilidad en la protección de nuestro planeta.

Según datos del Ministerio del Ambiente (Minam),durante 2022 se perdieron cerca de 2.4 millones de hectáreas de superficies boscosas, una cifra preocupante para un país cuyo territorio es reconocido por una Amazonía biodiversa y necesaria para el mundo. En Lima, la contaminación del aire se incrementó entre 2011 y 2021 sobre todo en Lima Norte (34.5%) y Lima Este (68.4%),de acuerdo con datos reportados por las municipalidades distritales. ¿Cómo apoyar desde el sector privado?

Las empresas desempeñan un papel crucial en la configuración de nuestro mundo, tanto a través de sus operaciones como de sus decisiones comerciales. Es fundamental que reconozcan su influencia y asuman un compromiso serio con la sostenibilidad ambiental. El cuidado de la Tierra debe ir más allá de reducir su huella de carbono y adoptar prácticas de producción más limpias.

Hay ejemplos inspiradores de empresas que están liderando el camino hacia la sostenibilidad. Por ejemplo, muchas compañías que operan en Perú en sectores como la agricultura, la pesca, retail, belleza, entre otras, están adoptando prácticas más respetuosas y que permiten trazabilidad. Es decir, evaluando que toda la cadena de abastecimiento, producción, distribución y comercialización tenga agentes limpios de contaminación no mitigada. Esto es clave porque generará una cadena positiva, pues diversas empresas y proveedores deberán alinearse para seguir creciendo.

En el caso de Natura, hemos construido un portafolio fortalecido por 42 bioingredientes amazónicos, adquiridos de unas 85 cadenas de suministro provenientes de 41 comunidades agroextractivas en la Amazonía, beneficiando directamente a más de 8,000 familias. Esta causa, llamada Amazonía Viva, nos permite seguir en esa línea.

Que esta fecha tan importante ayude a construir un debate profundo sobre las necesidades de nuestro país y cómo el sector privado debe continuar como agente de cambio para la preservación de la Tierra y el medioambiente.

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