Rafael Amaya estaba en la cima de su carrera a partir de su participación como protagonista de ”El señor de los cielos”, pero sorpresivamente, a mediados de la sexta temporada de la serie, desapareció por completo como si la tierra se lo hubiese tragado. Nadie sabía de él hasta que reapareció en 2019 como el mismo Aurelio Casillas en la telenovela, aunque solo para una participación especial: murió en el mismo estreno de la última entrega.
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Luego de este corto regreso a la televisión, el mexicano decidió volver a desaparecer y no dejar ningún rastro de él, así que optó por montarse en su auto en México y esfumarse sin darle razones o explicaciones a nadie.
Esta situación hizo que la incógnita al rededor del actor regrese, ya que nadie entendía que pasaba por la cabeza de Rafael Amaya. Pero para sorpresa de todos y durante estos últimos meses, el mexicano comenzó a realizar algunas apariciones publicas al lado de sus amigos y algunos fans.
Poco a poco se comenzó a saber más del recordado ‘Aurelio Casillas’ y su retorno ya es una realidad, ya que decidió darle una entrevista a la revista People en Español y contó que voló alto, cayó bajo y está en proceso de reencontrarse nuevamente consigo mismo y con quienes dejó en el camino.
Además, reveló algunas situaciones que ha vivido a lo largo de estos años y también ha dicho todo lo que hizo para pasar desapercibido para que nadie lo reconozca y poder llevar una vida muy discreta sin tener que dar explicaciones.
TODO LO QUE HIZO RAFAEL AMAYA PARA ESCONDERSE DE LA GENTE
El pasado 1 de diciembre, se volvió viral una fotografía del mítico boxeador mexicano Julio César Chávez al lado de Rafael Amaya. Tras esta imagen, todo se enteraron que el actor estuvo en un centro de rehabilitación por ocho meses.
No se tenía más detalles de esto, pero en la entrevista con la revista People en Español, el actor confirmó que sigue asistiendo a las charlas y está en un proceso de recuperación. También contó que durante los últimos dos años ha estado escondido e hizo muchas cosas para pasar desapercibido.
“Perdí mi paz interior, el amor que le tenía a mi familia, a mi trabajo. Poco a poco me fui sumergiendo en el fango oscuro del alcohol y las drogas, viviendo todos los excesos posibles habidos y por haber”, contó el actor.
También aseguro que ha vivido durante meses escondido entre la gente en Europa y Centro y Sudamérica, usando gorras y barba larga para no ser reconocido.
“Estuve mucho tiempo solo, haciéndole mucho daño a mis seres queridos, a mis amigos, a mis compañeros y al público también”.
A lo largo de su vida Amaya parecía haberlo tenido todo, incluida una fama mundial, gracias a su papel de Aurelio Casillas en El señor de los cielos. “Soy un ser humano, no soy un robot. Me dejé llevar por el alcohol, las banalidades”, confiesa arrepentido.
También confesó que tras gozar de las mieles del éxito creía firmemente que si la gente que lo rodeaba no tenía autos lujosos y yates, no estaba a su nivel. “Estaba cegado por el manto oscuro de la drogadicción”.
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