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Acción Popular (AP) está en proceso de elegir a un nuevo presidente del partido en junio próximo. El nuevo líder encabezará a la agrupación por un periodo de cuatro años, acaso el más convulsionado de su historia. Al día de hoy, han manifestado su interés en postular los correligionarios Luis Enrique Gálvez y Julio Chávez.

“Gálvez es un correligionario de toda la vida que ya ha tenido cargos destacados”, precisa una joven militante del ala ‘merinista’. Chávez, por su lado, fue alcalde de San Martín de Porres. Como se recuerda, un grupo tomó violentamente el local de AP cuando Chávez fue proclamado secretario general, allá por 2022. Chávez puso a dos ‘Niños’ en altos cargos, antes de tomar distancia de ellos. El actual secretario general, Juan Abad, es sindicado como un personaje muy cercano a Chávez. Y ya estaría organizando reuniones con invitados como posibles candidatos presidenciales. Jorge Quintana, secretario departamental de Lima, cuenta que la mayoría de secretarios distritales apoya a Gálvez, a quien considera “el representante del ala tradicional y democrática del partido”. Tendría el apoyo del ala de Barnechea, Diez Canseco, Del Águila y otros.

Antes de junio, habrá elecciones internas complementarias el 16 de mayo para completar la dirigencia del partido. Esa será la prueba de fuego de los bandos en pugna. Pero como lo ha advertido Leslie Stuart, la joven secretaria general de Acción Popular en San Isidro, no hay aún dirigentes en todas las provincias ni distritos. “Faltan algunos delegados, lo que podría postergar las elecciones”, complementa Víctor Andrés García Belaunde. Eso despierta la suspicacia de más de uno. Paralelamente, la expresidenta del Congreso, Maricarmen Alva, busca inscribir la bancada Fernando Belaunde Terry, aunque junto a algunos cuestionados congresistas. Una movida polémica que recuerda al Movimiento de Bases Hayistas de sus pares apristas, otro antiguo partido que anda en crisis preelectoral y luchas intestinas.

CONGRESO NACIONAL

“El APRA representa a la izquierda democrática que defiende a las grandes mayorías como los sindicatos y a los grupos de pescadores que han sido afectados por el derrame de petróleo”, se explaya Mónica Yaya, notoria compañera de la base de Cañete. En nombre de Cusco, el economista Víctor Raúl Tomaylla, exsecretario general de la ARE (Alianza Revolucionaria Estudiantil),suscribe el ideario y añade que deben liderar quienes no tengan procesos judiciales.

Yaya y Tomaylla son del Colectivo Nacional de Ciudadanos, un conglomerado que busca “una salida moral para la crisis” y la renuncia de Boluarte en pro de una figura tipo Valentín Paniagua.

Desde Estados Unidos, Alan Rivera responde a Perú21 sobre la ausencia de publicaciones apristas. Su colección de escritos en dos tomos se titula “¿Qué es el aprismo en el siglo XXI?”. Reúne 19 ensayos de académicos, militantes y exministros como Javier Barreda, Jorge Villasante, Rocío Valencia Haya de la Torre (sobrina nieta del ‘Jefe’),Alan Salinas, Javier Morán, Renán Núñez, Renzo Ibáñez y la propia Yaya. A más crisis, más discusión, parecen decir estos nuevos cuarentones. “La idea central de mi propuesta es fomentar la generación de riqueza con equidad”, escribe Rivera. “Busco establecer una economía donde todos los sectores crezcan de forma equitativa, no solo unos pocos”, agrega.

La otra respuesta vino de parte de Marco Antonio Arrunátegui, quien dice liderar “una corriente de renovación y actualización del pensamiento de Haya de la Torre; una alternativa real y coherente que pueda llevar al APRA a ganar las próximas elecciones potenciando y modernizando el emprendimiento popular”. El líder del Ejército Social de los Polos Rojos (ESPR) adjuntó sus antecedentes penales, policiales y judiciales para precisar que “tuve acusaciones fiscales de las cuales fui absuelto en primera y segunda instancia”. Su agrupación se robó la atención en el último mitin del Día de la Fraternidad, ante la ausencia de líderes como Mauricio Mulder y Jorge del Castillo.

Ese mismo mitin fue dirigido por Belén García, quien había suscrito una carta contra Arrunátegui. La secretaria general institucional tiene su propio juego. Y eso incluye coincidencias con Del Castillo en busca de un Congreso Nacional unitario que se llevaría a cabo el 20 de septiembre.

Esa parece ser la única consigna de todas las facciones dentro del APRA: el Congreso Nacional. Salvo por la decisión final de Mauricio Mulder, quien sería el llamado a convocarlo como presidente de la Comisión Política.