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El Perú es uno de los países que cuenta con una amplia oferta de generación eléctrica debido a sus redes e infraestructura. Sin embargo, solo se aprovecha el 40% de su capacidad a pesar de tener un gran potencial. Por el contrario, el país importa petróleo para abastecer el consumo de vehículos particulares y ello impide también reducir la huella de carbono.

El futuro de la movilidad en el mundo es eléctrica y sin emisiones. En diversas partes del mundo se han implementado políticas que promueven el uso de vehículos eléctricos a fin de cuidar el medioambiente. Sin embargo, en Perú no existen grandes iniciativas para su masificación y en este punto es clave la decisión del Estado para impulsar la electromovilidad.

Estas medidas deben ser vistas como una manera de lograr mejor eficiencia energética, lo cual se asocia con la sostenibilidad y menor contaminación, afirmó Edwin Zorrilla, especialista en movilidad eléctrica de ABB en Perú.

La demanda de autos eléctricos es incipiente, aún no es tan amplia como en otros países de la región y representa menos del 1% del parque automotor, a pesar de que en julio de este año se registró un récord de ventas de 63 unidades, entre eléctricas e híbridas, marcado un incremento del 103.23% a comparación del mismo mes del 2019, según el reporte de la Asociación Automotriz del Perú (AAP).

Este comportamiento, según el informe, responde a las ventajas que presentan este tipo de vehículos, porque no generan contaminación acústica ni atmosférica, además permite ahorro en el mantenimiento. No obstante, estas cantidades aún son muy pequeñas a comparación de Chile y Colombia, en donde han existido campañas para promover el uso de la electromovilidad.

“En todos los países donde se ha desarrollado la electromovilidad ha sido por un impulso del Gobierno, dando incentivos financieros o no financieros que se pueden hacer”, dijo a Gestión.pe.

“En Colombia los vehículos eléctricos no pagan aranceles de importación ni el Impuesto al Valor Agregado (IVA). En Chile, se han implementado buses eléctricos en modelos de concesiones en 14 años con un fideicomiso”, añadió el especialista.

Añadió que también es importante establecer estas políticas que no le cuestan al Estado, dándole un correcto valor a un vehículo que no contamina para que pueda circular todos los días. En Colombia, por ejemplo, los autos eléctricos están exentos de ‘Pico y Placa’. En Lima existen algunas iniciativas municipales de colocar flota eléctrica para probar su tecnología, pero la masificación aún está distante.

Las instalaciones para recarga de vehículos eléctricos operarán también en las estaciones de servicios de combustibles líquidos, determinó el Ministerio de Energía y Minas. Este avance permitirá desarrollar un transporte alternativo y amigable con el medioambiente, además no presenta un riesgo tan alto al momento de descargar como el diésel o gas.

Estas medidas pueden dar pie a una masificación de los vehículos eléctricos.

Oportunidades

Los autos eléctricos tienen por el momento un precio mayor a los convencionales, principalmente por las baterías de litio, que permiten utilizar la electricidad como propulsor. Sin embargo, los avances tecnológicos han permitido que estas puedan almacenar cada vez más energía, permitiéndoles tener mayor autonomía y ser menos costosas.

Según Zorrilla, dentro de unos años, los autos eléctricos y convencionales costarán igual, y dependerá del conductor utilizar uno que cuide el medioambiente u otro que contamine.

“Los primeros vehículos tenían solamente 150 kilómetros de autonomía, ahora superan de los 400 casi como un auto a combustión. Además, el costo de esas baterías que ha tenido que ir creciendo para igualar la autonomía de los de combustión se ha reducido y no es costoso como hace años”, dijo.

“En unos tres o cuatro años ambos autos tendrán autonomías y costos similares. Solo a quien le guste los vehículos a combustión tendrán que seguir apostando por esa tecnología”, argumentó.