Después de superar un diagnóstico de cáncer, Anahí de Cárdenas decidió convertirse en madre. A los 41 años, logró quedar embarazada de forma natural y, en una emotiva conversación, reveló los momentos más difíciles y esperanzadores de su camino hacia la maternidad.
El camino de la actriz hacia la maternidad no fue fácil. La actriz reveló que antes de lograr su anhelado embarazo, enfrentó la dolorosa experiencia de dos pérdidas.
En octubre de 2023, logró concebir por primera vez. Sin embargo, este embarazo no prosperó, y en enero de 2024 sufrió una pérdida que requirió un legrado. Meses después, volvió a quedar embarazada, pero nuevamente enfrentó una segunda pérdida.
Con el apoyo de su esposo, Elías, decidieron hacer una pausa y enfocarse en otros proyectos, entre ellos la obra teatral «Fack Cáncer».
En 2019, tras recibir el diagnóstico de cáncer de mama, Anahí de Cárdenas habia decidido congelar sus óvulos como una medida para preservar su sueño de ser madre. En septiembre del 2024 decidieron retomar los intentos de embarazo y para lograrlo iban a iniciar un proceso de fertilización asistida. Sin embargo, se dió con la sorpresa que estaba embarazada.
@anahidec Story time de como sali embarazada #storytime#comofue#embarazonatural
Anahí tuvo una menopausia inducida por el cáncer
Este logro es aún más significativo considerando su tratamiento contra el cáncer, que incluyó una menopausia inducida para prevenir una recaída. Su médico había advertido que solo tendría un año para concebir tras interrumpir el tratamiento hormonal.
«El medico me dijo ‘tienes un año para salir embarazada’. En octubre de 2024 se cumplía un año de poder intentarlo y creo que el último día salí embarazada» afirmó la actriz.
«El momento más feliz de mi vida ha sido cuando estuve con cáncer»
«Creo que el momento más feliz de mi vida fue cuando tuve cáncer, porque fue el acontecimiento que me llevó a descubrir quién era y a dónde estaba yendo”, confesó Anahí. Esta experiencia, que describió como un empujón hacia la felicidad, marcó el inicio de un camino lleno de desafíos y esperanza, que la volvieron resiliente y le recordaron que posee el único control de su vida.