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  1. Equilibrio entre el trabajo y la vida (familia): Quizás el mayor problema al que se enfrentan las empresas familiares es el equilibrio entre el trabajo y los sentimientos personales.

Las vidas están tan entrelazadas en esta dinámica empresarial particular que las decisiones profesionales claves pueden verse afectadas por diferencias de personalidad y opinión. Y, a menudo, estas diferencias no tienen nada que ver con la tarea en cuestión.

Además, los desacuerdos profesionales pueden extenderse al tiempo en familia, lo que hace que las comidas sean incómodas. Es importante que las empresas familiares solo hablen sobre el trabajo durante el horario laboral.

  1. El juego de la generación: La mayoría de las empresas familiares se transmiten de generación en generación y, en cualquier momento, pueden formar parte de varias generaciones diferentes que trabajan juntas. Naturalmente, esto puede llevar a una diferencia de opinión sobre cómo se deben hacer las cosas.

Las generaciones mayores pueden ser reacias a adaptarse a los tiempos, mientras que los miembros más jóvenes de la familia a menudo pueden tener prisa por cambiar.

Para que el negocio continúe creciendo y evolucionando, es necesario que exista un compromiso. Un punto muerto no le hará ningún favor a nadie; Las fortalezas y habilidades de las respectivas generaciones deben ser reconocidas y utilizadas para permitir que la empresa prospere.

  1. Lealtad vs. ambición: Para muchos jóvenes, unirse a la empresa familiar les ofrece la primera experiencia de una carrera larga y satisfactoria. Ya sea que se trate de una cafetería o un restaurante, una tienda local, una mecánica o una empresa de contabilidad, echar un vistazo temprano a lo que se requiere para administrar un negocio puede ser una buena opción para el resto de su vida profesional.

Para algunos, sin embargo, unirse a la empresa familiar puede parecer una sentencia de prisión. Existe la expectativa de que aprendan las cuerdas y eventualmente se hagan cargo, en lugar de tomar vuelo y perseguir sus propias experiencias.

Las generaciones mayores deben ser plenamente conscientes de la atracción que existe entre la lealtad y la ambición. Presionar a los niños para que se queden y tomen las riendas podría ser contraproducente y causar una ruptura. Es fundamental que el propietario de la empresa cuente con un plan para cubrir todo tipo de escenarios de sucesión. Y esto nos lleva muy bien al desafío número cuatro…

  1. Planificación de la sucesión: A pesar de que las empresas familiares son tan importantes para la generación de empleo en el Perú, la competencia es tan feroz como siempre. Grandes supermercados, cadenas multinacionales y, por supuesto, Amazon, proyectan una larga sombra. Esto puede ser particularmente desagradable para las generaciones más jóvenes, que pueden no estar dispuestas a dar un paso al frente y competir sabiendo que el legado de su familia está en juego.

Por eso es necesario que exista un plan de sucesión sólido, idealmente mucho antes de que sea necesario. Si hay un candidato sobresaliente, listo y dispuesto a hacerse cargo, entonces todo el proceso debería ser relativamente sencillo. Sin embargo, si más de un miembro de la familia está compitiendo por el control (o no hay nadie dispuesto a hacerse cargo),las cosas pueden complicarse mucho.

Y si el propietario de un negocio muriera antes de que se pusiera por escrito un plan de sucesión, podría dar lugar a todo tipo de problemas legales, y una familia se peleará. Por lo tanto, es vital que los propietarios de empresas familiares tomen las medidas necesarias para planificar su sucesión a fin de salvaguardar el futuro de su empresa.