El Domingo 10 de noviembre, Juan Manuel Vargas estuvo envuelto en un accidente automovilístico que el mismo originó en el distrito de Magdalena del Mar, lo que causó rumores sobre un posible estado de ebriedad. Sin embargo el exfutbolista negó esa versión.

Fuente: Amor y Fuego (Willax).

Domingo 10 de noviembre, a la 1:00 a.m. ocurre el accidente del ‘Loco’ Vargas, en donde el exfutbolista conducía una camioneta de su amigo Jonathan Rubén Bellido por la cuadra 1 de la avenida Javier Prado Oeste, en un momento impensado perdió el control del vehículo y chocó contra un poste de la vía pública, causando serios daños al parachoques.

Se confirma que el ‘Loco’ Vargas sí estaba ebrio al chocar su camioneta

Pese a negar que estaba ebrio, según las pruebas confirmaron que el loco no estaba sobrio. Según el informe del dosaje etílico realizado luego del accidente se pudo corroborar que Vargas tenía un nivel de alcohol en sangre de 2.65, lo que claramente indicaba que no estaba apto para manejar.

El dosaje etílico, que mide el nivel de alcohol en el organismo, se convirtió en la evidencia desiciva para comprobar las circunstancias del accidente. Esto confirma que el exfutbolista estaba bajo los efectos del alcohol. A pesar de que el manifieste que no estaba ebrio, el dosaje etílico confirmó el nivel de alcohol elevado que tenía en la sangre, lo que provocó la pérdida de control del loco al volante.

‘Loco’ Vargas niega haber estado ebrio

Luego del accidente, Juan Manuel Vargas habló con los medios de comunicación fuera de la comisaría de Magdalena del Mar. El exfutbolista de Universitario de Deportes y la selección peruana explicó que una distracción fue la causa del accidente.

“Tuve una distracción. Cuando me estaba retirando a mi casa, pasó este accidente, pero bueno, ya me puse a disposición. Hemos cumplido con todo. No (descarto estado de ebriedad). Estoy con mi brevete y todo. Ya hice todo el procedimiento. Pedir disculpas a mi familia, ya pasó”, indicó.

El loco dijo que, al ver que el serenazgo se acercaba, bajó del vehículo, pero no tuvo la intención de abandonarlo: “Me bajé porque venía el serenazgo. No tuve la intención de dejar el vehículo. Siempre se va a especular. Estaba manejando, agarro el teléfono, bajo la mirada, se fue el timón y me fui directo contra el poste”.